Los principales factores que han afectado a esta mejoría residen en el seguro de automóviles y en el de salud. Ambos ramos más que duplican sus beneficios con respecto al 2024, tal y como comenta Icea en el informe, por «la actualización de los precios». Y es que desde hace algo más de un año las tarifas especialmente de estos dos productos se han disparado. Los últimos indicadores de este verano apuntan a un encarecimiento por encima del 6% en los seguros de autos en el último año. Además, desde el 2019, este producto ha crecido casi un 40%, mientras que el IPC en ese mismo tiempo aumentó a la mitad.
Pero si los seguros de autos se han vuelto más caros para el público general, el de salud lo es aún más. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), tener un seguro sanitario privado cada año es un 10% más caro, y alrededor de un 45% más que a principios de 2020. Todo ello ha hecho que, tras unos años en los que la siniestralidad ha superado el incremento de primas, esta tendencia se revierta en ambos ramos. De ahí que las cuentas técnicas en ambos negocios se han reforzado. En el caso de autos, de 143 millones que logró en junio de 2024 ha pasado a 350 millones, un 144,7% más.
Mismo caso sucede en salud. De 148 millones de beneficio a mitad del año pasado, este año las compañías logran unas ganancias de 385 millones, un 160,8% más. Pero además de por precio, el nuevo convenio de Muface también ha ayudado a mejorar esa rentabilidad.
Este contrato atribuye para SegurCaixa Adeslas y Asisa (únicas compañías que acudieron) una remuneración de 4.800 millones por la atención sanitaria al más de millón de funcionarios en los próximos tres años. Por lo tanto, este espaldarazo financiero de unos 500 millones hasta junio no solo ha supuesto mayores ingresos, sino que ambas compañías lograrán salir de los números rojos a los que se veían abocadas con el contrato al menos en este ejercicio.
De ahí que tanto Adeslas como Asisa crezcan a ritmos superiores al 10% en ingresos por primas en lo que llevamos de año, mientras que el resto de grandes aseguradoras de salud, a pesar de tener menor cuota de mercado, son incapaces de seguir esos niveles de aumento de ingresos. La que más lo ha notado ha sido DKV, que en el primer semestre apenas crece un 4,29% y se distancia de las dos mencionadas anteriormente y Sanitas, que conforman el top 3.
Multirriesgos (hogar principalmente) es el negocio principal en el ramo de no vida en cuanto a rentabilidad. A pesar de que apenas el 12% de los ingresos por primas provienen de este producto –frente al 17% en autos y el 14,5% en salud–, las aseguradoras obtienen mayor rentabilidad y de forma más regular. Prueba de ello son los 491 millones de beneficio a cierre de junio, lo que supone un 2% más que el año anterior, cuando fueron 481 millones.
En este ramo, la tasa de siniestralidad fue del 58%. Por ponerlo en comparación, en autos esta cifra es del 76,6%, mientras en salud fue del 80,7%, a pesar de los descensos en estos dos últimos. Sin embargo, lo que acerca los ratios combinados de los negocios son los gastos de explotación. En los seguros multirriesgos, especialmente en hogar, los gastos de adquisición –que son en los que incurre la compañía en conseguir y formalizar una póliza– llegan a ser incluso el doble que en salud.
Por otro lado, decesos sigue siendo el ramo fuera de los principales de no vida con mayor cuota de mercado y con una rentabilidad por primas del 15%.
Asimismo, el negocio de vida se aleja de los resultados del conjunto de seguros de no vida. Los primeros crecen a un ritmo del 7%, con unos beneficios notables de 1.747 millones de euros.