Según la encuesta trimestral de coste laboral, el coste laboral por trabajador, con datos corregidos y desestacionalizados, aumentó un 3,8% interanual en el 1T 2025 (3,7% anterior). En el caso del coste salarial por trabajador, también creció un 3,8%, frente al 3,7% del trimestre anterior. Por su parte, las vacantes no cubiertas en el mercado laboral crecen un 3,3% intertrimestral hasta un total de 152.885, la segunda cifra más alta de la serie; los servicios concentran casi el 88% de estas vacantes, sobre todo sanidad, comercio y Administración pública.
La creación de empleo en España sigue arrojando datos positivos. El avance de afiliación a mitad de junio registra un aumento en las últimas dos quincenas, en términos desestacionalizados, de 35.444 afiliados, cifra superior a la de mayo (20.790), de modo que el 2T cerraría con un crecimiento del 0,61% intertrimestral, por encima del 0,58% del 1T. Además, con la serie diaria se alcanzaron, a 13 de junio, 21.890.152 afiliados, lo que supone 92.158 personas más que a finales de mayo.
Las transacciones de vivienda en España crecen menos en abril por el efecto de la Semana Santa. Las compraventas de vivienda mantuvieron un tono expansivo en abril, aunque con un crecimiento más moderado que en meses anteriores: un 2,3% interanual frente al notable 40,6% registrado en marzo, afectado por el efecto calendario de la Semana Santa. En lo que va de año, se han cerrado 247.460 operaciones, lo que supone un crecimiento del 16,5% interanual y el mejor comienzo de año desde 2007. Por regiones, en lo que llevamos de año, sigue observándose una elevada heterogeneidad: Navarra es la única región donde las transacciones están cayendo (–6%), lo que contrasta con el fuerte dinamismo observado en Extremadura, País Vasco y Murcia, entre otras, con crecimientos interanuales en el rango del 21%-25%. De los grandes mercados residenciales del país, Andalucía (19,5%) y Cataluña (17,6%) son los más dinámicos y están creciendo por encima de la media.
En junio, el índice de sentimiento económico ZEW vuelve a mejorar gracias al relativo optimismo de los empresarios e inversores respecto a las últimas medidas fiscales del Gobierno (rebajas de impuestos y planes de inversión en defensa e infraestructuras). De hecho, el porcentaje de encuestados que anticipa en la encuesta de junio una mejora de la situación económica aumentó en 15 p. p., hasta el 55%, frente a la caída de 7 p. p., hasta el 8,0%, de los que anticipan un deterioro de la situación. Por otro lado, el BCE publicó que el crecimiento de los salarios negociados se frenó en abril hasta el 4,1% interanual (4,6% de media en el 1T) y sus perspectivas son que esta moderación se prolongue durante buena parte del año, situando el crecimiento de los salarios por debajo del 2,0% interanual a cierre de 2025.
Los datos económicos de EE. UU. arrojan señales mixtas sobre el impacto de los aranceles. En mayo, las ventas minoristas en EE. UU. cayeron un 0,9% intermensual, lastradas por una caída de un 3,5% en ventas de vehículos, tras el impulso temporal en meses anteriores de compras anticipadas por los aranceles. No obstante, el denominado «grupo de control» de las ventas minoristas –que excluye vehículos, gasolina, restaurantes y materiales de construcción y que se aproxima mejor al componente de gasto en bienes dentro del consumo personal (PCE) con el que se calcula el PIB, y se considera por tanto más útil para evaluar la evolución mensual de la actividad— creció un 0,4%, lo que sugiere una base de consumo saludable a pesar del desafiante contexto de incertidumbre. Por otro lado, la producción industrial retrocedió un 0,2% intermensual, en gran medida atribuible a una caída del sector de suministros públicos, que tiende a ser volátil. Los demás sectores arrojan señales mixtas: las manufacturas avanzaron un 0,1%, impulsadas por un repunte en automoción (+4,9%) incluso en un contexto de restricciones de importación de minerales clave para la producción de vehículos. Por otro lado, la producción de metales se moderó, a pesar de los elevados aranceles sobre el acero y el aluminio que se esperaba, desde la Casa Blanca, que estimularan la producción doméstica.
Las ventas minoristas en China se aceleraron en mayo. El crecimiento interanual de las ventas minoristas nominales fue del 6,4% (vs. 5,1% de abril). El mayor repunte se dio en los productos incluidos en los programas de estímulo del consumo, como los electrodomésticos o el equipamiento para el hogar, que crecieron a tasas de doble dígito. Por el contrario, la producción industrial creció un 5,8% interanual, lo que supone una desaceleración respecto a abril (6,1% interanual). El deterioro del mercado inmobiliario continúa a pesar de las medidas adoptadas por el Gobierno. En mayo, el precio de la vivienda nueva cayó un 0,2% intermensual (tras el estancamiento de abril) y un 6,3% en términos interanuales.
En una decisión unánime, y ampliamente descontada por los mercados financieros, la Fed mantuvo el tipo fed funds en el rango de 4,25%-4,50%, prolongando por cuarta vez consecutiva la pausa que inició este año. Justificó la decisión argumentando que necesita más claridad sobre el impacto de los aranceles en los precios y la actividad antes de volver a mover ficha, y considera que la solidez de la economía le permite tomarse una nueva pausa. En la actualización de las previsiones macroeconómicas, la Fed no alteró su valoración cualitativa de un escenario de mayor inflación y menor crecimiento, aunque sí intensificó la magnitud del impacto debido a unos aranceles más elevados de lo inicialmente estimado. En las proyecciones de tipos de interés, la Fed señaló dos recortes en 2025 y uno en 2026, aunque la dispersión en las proyecciones de cada miembro mostró un sesgo más restrictivo frente a las proyecciones anteriores. Sin mayores cambios en la comunicación de la Fed, los mercados continúan descontando un recorte de 25 p. b. en septiembre y otro más en diciembre (véase la Nota Breve).
El precio del crudo suma tres semanas al alza. El recrudecimiento del conflicto entre Irán e Israel, durante la última semana, ha alimentado el repunte de las primas de riesgo que el mercado asigna al precio del petróleo. El temor de los inversores a que el conflicto pueda desencadenar alguna alteración significativa en la oferta mundial de crudo si se obstaculizase el tránsito de crudo por el estrecho de Ormuz, llevó al barril de Brent cerca de los 79 dólares, un repunte de casi el 14% respecto a los niveles previos al conflicto, y su precio más elevado en cinco meses. El precio del gas natural europeo (el TTF holandés) también se ha visto afectado por la coyuntura en Oriente Próximo y se ha situado alrededor de los 40 euros/MWh. Tras varios días de especulaciones sobre una eventual participación de EE. UU. en el conflicto, el anuncio de Trump, en las últimas horas, indicando que decidirá en dos semanas si EE. UU. entra o no en el conflicto, ha dado cierto alivio a los precios del crudo.
Las renovadas tensiones bélicas en Oriente Próximo hicieron repuntar la cautela inversora. Además, los datos económicos conocidos en la semana apuntaron a una economía de EE. UU. algo menos dinámica en mayo, pero aún resiliente. En vista de todo ello, la Fed mantuvo los tipos sin cambios en su reunión de esta semana, y reiteró su previsión de dos recortes en 2025, aunque con un sesgo algo más restrictivo y mayor dispersión entre las previsiones de los miembros del FOMC. Esto supuso que la rentabilidad de los treasuries se mantuviera plana en la semana, como también lo hizo la curva soberana alemana, que acumuló muy leves descensos y una pendiente sin cambios. En la eurozona sí que se produjo una ligera ampliación de diferenciales periféricos, por la mayor aversión ante el conflicto en Oriente Próximo, con los diferentes responsables del BCE, que se pronunciaron en la semana incidiendo en su orientación flexible en un contexto de bajo crecimiento e inflación y en el que los riesgos continúan elevados. Tanto el repunte en el riesgo geopolítico y la búsqueda de refugio de los inversores como una Fed un poco más hawkish favorecieron al dólar, que se apreció en la semana frente a sus principales pares. Esta apreciación fue más intensa frente al yen, después de que el Banco de Japón dejara los tipos de interés sin cambios aunque anunció que bajará a la mitad el ritmo al que está reduciendo sus tenencias de bonos soberanos a partir de 2026. En renta variable, los índices europeos sufrieron correcciones, lastrados tanto por el repunte del crudo como por las renovadas amenazas arancelarias de Trump a sectores como el farmacéutico. En EE. UU., por otro lado, los principales índices registraron modestos avances, principalmente gracias al buen tono del sector tecnológico. En materias primas, los precios de la energía repuntaron con fuerza, ante la posibilidad de que Irán pudiera impedir el tránsito comercial por el estrecho de Ormuz. El precio del oro, por su parte, cayó ligeramente en la semana, algo lastrado por el sesgo hawkish de la Fed.