En efecto, en su última actualización del escenario macroeconómico, la institución revisó al alza la senda de crecimiento del PIB de 2024 en +0,5 p. p. hasta el 2,8%, la del 2025 en +0,3 p. p. hasta el 2,2%, y la del 2026 en +0,2 p. p. hasta el 1,9%. La revisión al alza de 2024 se debe, principalmente, a la incorporación de los datos de crecimiento disponibles hasta la fecha, que en su conjunto fueron mejores de lo esperado. Por su parte, la revisión al alza en el bienio 2025 y 2026 se explica por la incorporación de una senda de tipos de interés con una moderación más rápida de la que se preveía anteriormente, y un comportamiento del sector exterior algo más dinámico. Por el lado de la inflación, el Banco de España ha dejado las previsiones prácticamente inalteradas, con un pequeño ajuste de 1 décima a la baja en 2024, hasta el 2,9%, y 1 décima al alza en 2025, hasta el 2,1%.
Por su parte, el INE revisaba al alza el perfil de crecimiento anual del PIB. El INE, en su revisión de las series históricas de las cuentas nacionales que efectúa cada cinco años, ha revisado las estimaciones de crecimiento de todo el periodo 1995-2023. Dentro del periodo reciente, destaca la revisión al alza del crecimiento del PIB real en 2021 de +0,3 p. p. hasta el 6,7%; en 2022 de +0,4 p. p. hasta el 6,2%, y en 2023 de +0,2 p. p. hasta el 2,7%. A tenor de ello, el PIB de 2023 se situó un 1,1% por encima de lo estimado anteriormente. En términos nominales, el PIB de 2023 es un 2,5% superior al estimado anteriormente, 36.435 millones de euros más.
Supimos que los costes laborales en España siguen frenando su ritmo de crecimiento. Según la encuesta trimestral de coste laboral, el coste laboral por hora efectiva, con datos corregidos y desestacionalizados, aumentó un 4,3% interanual en el 2T (4,6% anterior), el menor ritmo desde el 4T 2022, mientras que el coste laboral por trabajador creció un 3,9%, el mismo ritmo que el trimestre anterior. Por otra parte, las vacantes no cubiertas en el mercado laboral crecen ligeramente hasta un total de 151.378, la segunda cifra más alta de la serie: los servicios concentran el 89% de estas vacantes, sobre todo sanidad, comercio y, especialmente, Administración pública.
Por último, el valor tasado de la vivienda libre se incrementó un 1,6% intertrimestral en el 2T 2024 (1,3% en el 1T), hasta alcanzar los 1.896 euros por metro cuadrado. A pesar de esta tendencia alcista, el valor tasado se encuentra un 10% por debajo de los máximos de 2008 (en términos reales, un 34% por debajo). La tasa interanual aumentó hasta el 5,7% en el 2T, por encima del 4,3% anterior. Entre comunidades autónomas, el aumento fue ampliamente generalizado. A grandes rasgos, las mayores tasas interanuales se están registrando en las regiones que atraen más turismo: Baleares, Andalucía, C. Valenciana, Madrid y Canarias registraron los mayores crecimientos (en el rango 6,7%-8,3%), con la excepción de Cataluña (5,3%, por debajo de la media), o el caso de Aragón (8,3% en el 2T). Por el contrario, las menores tasas se observaron en La Rioja, Extremadura y Castilla y León (por debajo del 2,5%).
Al otro lado del Atlántico, la Fed recortó los tipos de interés 50 p. b. hasta el intervalo de 4,75%-5,00%, tras haberlos subido 500 p. b. desde marzo de 2022. El argumento para un recorte mayor al habitual de 25 p. b. es el cambio de foco de la Fed hacia un mercado de trabajo que comienza a enfriarse, toda vez que la inflación avanza sostenidamente hacia el objetivo del 2%. El FOMC confía que esta recalibración de la política monetaria pueda mantener la fortaleza del empleo y permitir un continuado progreso de la inflación. En cuanto al escenario macro, la Fed no realizó grandes cambios, anticipando un crecimiento del PIB en torno al 2% en los próximos tres años, a la vez que la inflación alcanzaría el 2% hacia 2026. En cuanto a decisiones futuras, el dot plot pasó de proyectar tan solo 25 b. p. de recortes en 2024 a un total de 100 p. b. (lo que implica 50 puntos más de bajada este año) seguidos por otros 100 p. b. de recortes en 2025. Con estas proyecciones, la Fed señala un cambio importante en su valoración de la evolución del mercado laboral este año, pero muestra también que la distensión de la política monetaria será gradual, ya que, aseguró Powell, el FOMC «no tiene prisa». A partir de aquí, los mercados mantienen la expectativa de que la Fed acometa 75 p. b. adicionales de recortes en lo que queda de año .
Segunda semana consecutiva de ganancias en los principales activos de riesgo, impulsada por la rebaja de tipos acometida por la Fed. El reenfoque de esta hacia el cuidado del mercado de trabajo se ha interpretado por los inversores como una renovada disposición a bajar tipos en la medida que sea necesaria. Así, el pivote de la Fed ha supuesto, en primer lugar, un intenso ajuste en el mercado monetario, con caídas en la rentabilidad de las letras del Tesoro y los tipos interbancarios en ambos lados del Atlántico. En cuanto a la deuda soberana, la semana se cierra con una leve positivación de pendientes igualmente generalizada en EE. UU. y la eurozona, después de que las referencias a corto plazo se mantuvieran prácticamente planas y las referencias a más largo plazo registrasen ligeros repuntes. En el mercado de divisas, la decisión de la Fed ha debilitado al dólar frente a sus principales pares, en particular el dólar australiano o el yen, aunque también frente a un euro que cierra la semana con una ligera apreciación. En cuanto a la renta variable, los principales índices bursátiles de las economías desarrolladas han registrado avances, destacando especialmente el desempeño de los índices de compañías estadounidenses de menor capitalización, como el Russell 2000, que se identifican como las principales beneficiarias de la relajación monetaria. Destaca, en negativo, el comportamiento del PSI-20 portugués, lastrado por el mal desempeño del sector energético. Por último, en el mercado de materias primas la semana se cierra con alzas en el precio del crudo desde los mínimos del año registrados la semana pasada, presionado al alza por las tensiones bélicas en Oriente Medio y las bajadas de tipos, que deberían sostener la demanda en EE. UU. En cuanto al gas natural, la referencia europea TTF registra descensos a medida que crece el optimismo sobre el nivel de reservas en la UE de cara al invierno, que deberían ser suficientes si las temperaturas no son inferiores a lo habitual.