En el 4T 2024, el PIB creció un 0,8% intertrimestral, manteniendo el dinamismo del 3T. La demanda interna, impulsada por el consumo privado y por la inversión, aportó 1,2 p. p. al crecimiento intertrimestral, mientras que la demanda externa restó 0,4 p. p., al crecer más las importaciones que las exportaciones. Con el buen dato del 4T, la economía española cerró 2024 con un avance medio anual del 3,2% y se sitúa un 7,8% por encima del nivel prepandemia
La inflación general repunta en enero en España, mientras que la inflación subyacente continúa disminuyendo gradualmente. La inflación general subió 2 décimas en enero hasta situarse en el 3,0% interanual, según el indicador adelantado del IPC publicado por el INE. Esta subida se debe, sobre todo, al comportamiento de los precios de los carburantes y de la electricidad y se da en un contexto marcado por el fin de la reducción temporal del IVA en la tarifa eléctrica y en algunos alimentos. A pesar del repunte de la general, la inflación subyacente (que excluye energía y alimentos no elaborados) cayó 2 décimas hasta el 2,4% interanual
Según la EPA, la ocupación creció en el 4T 2024 en 34.800 personas, mejorando el dato del 4T 2023 (–56.700) y el promedio en los 4T de 2014-2019 (+28.300); en términos desestacionalizados, la tasa intertrimestral se acelera hasta el 0,83%, frente al 0,44% del 3T. Los ocupados indefinidos crecen en 111.000 personas y los temporales se reducen en 186.800, de modo que la tasa de temporalidad cae hasta el 15,5%, la más baja de la serie. El paro cayó en 158.600 personas hasta los 2,59 millones, mientras que la tasa de paro se redujo 6 décimas hasta el 10,6%, la más baja desde el 2T 2008. Respecto al cierre de 2023, el empleo crece en 468.100 personas y los parados caen en 265.500
La economía de la eurozona volvió a decepcionar en el 4T 2024
La variación del PIB fue del 0,0% intertrimestral (frente al +0,2% que esperábamos), lo que sitúa el crecimiento medio anual de 2024 en el 0,7% (vs. 0,8% esperado). Todas las grandes economías, salvo España, que se desmarca con un avance del 0,8% intertrimestral decepcionaron en el cierre de año y, en todos los casos, salvo en Italia, la demanda externa ha supuesto un lastre para la economía en el 4T. Francia cayó un 0,1% intertrimestral, tras el +0,4% del 3T 2024, y registró un crecimiento medio en 2024 del 1,1% (igual que 2023). Italia se mantuvo estancada por segundo trimestre consecutivo y el crecimiento promedio de 2024 fue del 0,5% (0,8% en 2023). Por último, Alemania retrocedió un 0,2% intertrimestral y se confirmó la caída del 0,2% para el conjunto de 2024 (que avanzó su oficina de estadística hace unos días), tras el –0,1% de 2023. Con estos pobres resultados, Alemania es la única de las grandes economías que todavía no ha logrado recuperar su tamaño pre-COVID (es un 0,1% inferior) y las perspectivas para el inicio de año no son demasiado halagüeñas. De hecho, el índice de confianza empresarial Ifo apenas recupera en enero el terreno perdido en los dos meses previos (+0,4, hasta 85,1) y se consolida en valores muy por debajo del umbral de 100 que apunta a ritmos de crecimientos cercanos a su media de largo plazo, acusando el nuevo descenso del componente de expectativas (84,2 vs. 84,4). El PMI compuesto oficial cayó a 50,1 puntos (vs. 52,2 anterior), mínimo de cinco meses, y sugiere un práctico estancamiento de la economía en el arranque de 2025. El PMI manufacturero oficial cayó de 50,1 puntos en diciembre a 49,1 este mes, con caídas observadas en prácticamente todos los subcomponentes, mientras que el de servicios retrocedió hasta los 50,3 puntos (vs. 52 anterior) y el de construcción cayó casi 4 puntos, de 53,2 a 49,3. Por otro lado, los subcomponentes de precios manufactureros aumentaron ligeramente, lo que refuerza que las presiones deflacionistas podrían estar moderándose, en línea con lo observado en los datos de inflación en el último tramo de 2024. Es posible que esta desaceleración sea temporal y finalmente menos severa de lo que apuntan los PMI, dado que el apoyo tanto de la política fiscal como monetaria se mantendrá, aunque el más que probable aumento de los aranceles en los próximos meses por parte de EE. UU. será sin duda uno de los principales obstáculos al crecimiento de China.
El BCE, por su parte, recortó los tipos de interés en 25 p. b. y bajó el tipo depo hasta el 2,75%, en línea con lo esperado. Este recorte, acordado por unanimidad, responde a una visión positiva de la inflación y la confianza en que alcance el objetivo del 2% en 2025, una previsión que el BCE defiende tanto por la constelación de datos que observa como por la perspectiva de que los componentes que se resisten (los servicios y la inflación doméstica) terminen enfriándose en 2025 en un contexto de languidez de la actividad y desaceleración de salarios y márgenes. Con todo, el BCE también mantiene la perspectiva de que la debilidad actual de la actividad deje paso a una recuperación económica, gracias a la solidez del mercado laboral, la recuperación del poder adquisitivo de los hogares y la distensión de los tipos de interés. Con todo ello, los mercados financieros apuntan a que el BCE seguirá bajando los tipos de manera gradual en los próximos meses: asignan una probabilidad del 100% a una nueva bajada en marzo (–25 p. b.) y prevén una estabilización del tipo depo en el 2,00% en la segunda mitad del año
Por su parte, la Fed, de forma unánime, mantuvo los tipos de interés en el intervalo de 4,25%-4,50%, tras haber recortado un total de 100 p. b. en las últimas tres reuniones de 2024. El dinamismo del crecimiento económico en 2024 (por encima del 2%), la buena marcha del mercado laboral, la inflación todavía algo elevada y la incertidumbre acerca de las políticas de la nueva Administración permiten a la Fed mantener los tipos sin cambios por ahora. El FOMC valora que los niveles actuales de tipos están en terreno suficientemente restrictivo para que el proceso desinflacionista continúe hacia el objetivo del 2%, pero a la vez calibrados de manera adecuada a los riesgos de un enfriamiento en el mercado laboral. Por su parte, Powell manifestó que necesitarán tener varios meses de progreso de inflación o de un enfriamiento en las condiciones de empleo para volver a mover ficha, buscando alejar las expectativas del primer recorte. La Fed tampoco está considerando ni pausar ni moderar el ritmo del quantitative tightening, dado que los indicadores sugieren que las reservas se mantienen elevadas. Tras el anuncio, los mercados han mantenido la expectativa de que la Fed bajará los tipos solo dos veces en 2025, en junio y diciembre