La contundente victoria de Trump en las elecciones de EE. UU., así como la mayoría con la que contarán los republicanos en ambas cámaras, fue una sorpresa para unos inversores que esperaban un resultado más ajustado y una mayor incertidumbre y volatilidad. El resultado se saldó con alzas en la bolsa de EE. UU., con los índices estadounidenses de compañías de mayor capitalización alcanzando nuevos máximos históricos, liderados por los sectores que se perciben como más beneficiados por las políticas de Trump: el sector de consumo discrecional, el tecnológico, el industrial, las compañías energéticas y la banca. Los índices europeos, por su parte, terminan la semana con peores resultados, destacando las pérdidas en las plazas de la periferia del euro. En cuanto a los emergentes, el índice MSCI EM consigue terminar la semana en positivo gracias a las ganancias en las bolsas chinas, sobre la expectativa de una nueva ronda de estímulos, así como a los avances en las bolsas latinoamericanas. En cuanto a los tipos soberanos, la rentabilidad de los treasuries estadounidenses repuntó con fuerza tras la victoria de Trump, si bien el movimiento de deshizo en gran medida tras el esperado recorte de tipos de la Fed, lo que supone que, en el conjunto de la semana, acumulen caídas. Esto contrasta con la situación en la eurozona, donde se dieron caídas en los tramos cortos —ante la expectativa de un BCE más acomodaticio por una economía del euro que podría resentirse de las políticas de Trump— y repuntes en los largos —con el correlativo apuntamiento de pendientes—. En cuanto a las divisas, el dólar experimentó un fuerte repunte tras la victoria de Trump, apreciándose sobre todo frente al euro y al yen; con algunas divisas muy expuestas al riesgo político, como el peso mexicano o el real brasileño, que se apreciaron con fuerza en la semana tras sesiones de gran volatilidad. Por último, en el mercado de materias primas, el crudo ha repuntado en la semana, con varios factores afectando negativamente a la oferta a corto plazo: un retraso de la OPEC+ en el aumento de la producción que estaba previsto para diciembre, renovadas amenazas verbales de Irán a Israel, o paradas en la producción de crudo en el Golfo de México por diversos huracanes; así como, en sentido contrario y a más largo plazo, la expectativa de que Trump favorezca la producción de hidrocarburos.
Mientras en España, el PMI del sector manufacturero aumentó en octubre (54,5 puntos) hasta la lectura más alta desde marzo de 2022. Por otro lado, el PMI de servicios disminuyó 2,1 puntos hasta 54,9, pero se mantiene en zona de expansión. Como resultado de la caída en el PMI de servicios, el índice compuesto disminuyó 1,1 puntos, pero sigue por encima del promedio del 3T (55,2 en octubre frente a 54,5 puntos en el 3T). Asimismo, el índice de producción industrial avanzó un 0,6% interanual en septiembre (0,1% de promedio en el 3T), una mejora sustancial respecto al promedio del 1S del año (–0,2%). El avance por sectores es generalizado (bienes de consumo, bienes intermedios y energía), con la única excepción de los bienes de equipo (–2,9% interanual).
El empleo en España arranca con fuerza en el 4T. Los afiliados a la Seguridad Social aumentaron en 134.307 personas en octubre, un 0,63% intermensual, un aumento muy superior al habitual en un mes de octubre: tanto en 2023 como en el promedio de dicho mes en el periodo 2014-2019, el crecimiento mensual fue del 0,45%. En términos desestacionalizados, el empleo anota una subida mensual de 67.772 afiliados, el mayor avance desde marzo y muy por encima de la media mensual del 3T 2024 (+18.000). En cuanto al paro registrado, aumentó en el mes en 26.769 personas, por debajo de lo habitual en octubre (+69.000 de media en 2014-2019) y del dato de octubre del año pasado (+37.000).
El crecimiento del turismo se mantiene robusto en España. En septiembre, las llegadas de turistas internacionales alcanzaron los 9,6 millones, lo que supone un incremento del 9,1% interanual. Además, el gasto turístico ascendió a 12.615 millones de euros, un aumento del 12,7% respecto al mismo mes del año anterior. Estos resultados, aunque son inferiores al crecimiento interanual acumulado hasta agosto (11,2% en llegadas y 17,6% en gasto) siguen reforzando nuestra visión del turismo como un sector en auge (y que sigue consolidándose como uno de los motores de la economía), y con crecimientos más fuertes fuera de temporada que en temporada alta.