Estas cifras, no recogen todavía el aluvión de peticiones que han hecho los particulares en las subastas de letras del Tesoro de enero y febrero. Solo en la celebrada el pasado 7 de febrero, las solicitudes de letras a un año de los pequeños ahorradores rondaron los 1.200 millones de euros, después de días de colas en el Banco de España para su compra directa y de una avalancha de peticiones en la web del Tesoro.
El interés de los particulares por las letras del Tesoro comenzó a despuntar a la vuelta del pasado verano. En agosto, al mes siguiente de la primera subida de tipos de interés del BCE en once años, el Tesoro colocó letras a tres meses por primera vez con interés positivo desde 2014, con lo que ya desparecían por completo las emisiones de deuda soberana española con tipo negativo.
En octubre, la tenencia de letras entre los pequeños ahorradores era de 321 millones de euros y para diciembre se había incrementado hasta los 1.826 millones, una cuantía que se acerca a los niveles de 2012, cuando el interés de las letras era similar al que arrojan en el inicio de este año. Las primeras cifras de 2023 mostrarán un volumen de tenencia de letras entre los particulares muy superior, ya que a primeros de febrero solo las compras realizadas a través de la web del Tesoro habían superado los 1.100 millones de euros.
En la última subasta de letras, del 14 de febrero, el Tesoro pagó un interés del 2,938% a un plazo de nueve meses, igualando casi el 2,938% pagado en las letras a un año colocadas en enero. Este interés, al límite del 3% y el más elevado para este activo desde 2012, ha disparado el interés de los particulares, en un momento en que la banca no traslada aún el alza de tipos de interés a la remuneración de sus depósitos y mantiene el foco en la venta de fondos de renta fija.