Esta medida supondría un proyecto de ley que permitiría que todo lo recaudado se quede en las arcas madrileñas. De esta manera, podrán destinarlo a lo que la región necesite y no será el Gobierno central el que se beneficie de ello.
En esta línea se destinarán para crear más prosperidad y puestos de trabajo. «Lo vamos a hacer lo antes posible para que esa recaudación quede en manos del contribuyente madrileño y, de esta manera, se lo podamos devolver al mismo», ha explicado Ayuso.
Escudo anterior y escudo nuevo de Arganda del Rey
La presidenta ha explicado que «en otros países donde se ha aplicado este impuesto ha causado daños enormes y, como esto atenta contra la autonomía fiscal de Madrid, lo que vamos a hacer es seguir defendiéndola».
Ha querido recalcar que lo que la sorprende es que le den tanta independencia a algunas comunes autónomas para hacer lo que les dé la gana y que Madrid no pueda hacer lo suyo con su propia fiscalidad.
Ayuso concluye que este impuesto a las grandes fortunas se recauda el 90 % en Madrid. Por tanto, va contra el patrimonio y el trabajo y el esfuerzo el contribuyente madrileño.