España destaca por ser uno de los países de la UE con mayor número de cajeros y sucursales bancarias por habitante. El continuo goteo de cierre de oficinas desde el inicio de la crisis financiera de 2008 no impide que la red española sea la tercera más grande de Europa, con una ratio de 1,41 puntos de acceso por cada 1.000 habitantes. Tan solo se colocan por delante Austria, que supera el 1,6%, y Portugal en el que sobrepasa el 1,8%. Unos datos que ponen de manifiesto la «elevada» densidad de oficinas bancarias y máquinas de disposición de efectivo existente en España superando la media de la eurozona (1,16%) y de la Unión Europea (0,98%).
Según se desprende del último informe anual de inclusión financiera que elaboran de manera conjunta la Asociación Española de Banca (AEB), la Confederación Española de Cajas y Ahorros (CECA) y Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (Unacc), este ‘liderazgo’ se mantiene a pesar del adelgazamiento de los centros operativos, que ha sido más intenso en España frente a otros países de la zona. Basta con observar los clientes que la banca atiende por oficina, cuya cifra asciende a 2.657 usuarios, la más baja por delante de Francia (1.979) y Bulgaria (1.511). En contraste, en Irlanda esta proporción llega a 5.005, en Alemania se sitúa en las 4.074, en Portugal alcanza los 2.899 y en Italia los 2.813.
La clasificación viene encabezada por Países Bajos, donde el volumen de oficinas por habitante se encuentra por encima de las 24.000. En dicho informe precisan que la situación a nivel nacional obedece a una dispersión geográfica de la población dentro del territorio español más alta, y fuerza al sector a contar con mayores puntos de acceso. A esto se une también el hecho de que las sucursales son de tamaño reducido en términos de activos, ya que gestionan un montante medio de 156 millones, la mitad que el promedio de la eurozona (308 millones), lo que lleva a contar con menos empleados por espacio.
Si en la región de la moneda única la plantilla media ronda las 16 personas, similar a la zona comunitaria, en España disminuye casi a la mitad, siendo de 8,9. Bulgaria es el único país que registra niveles inferiores. A cierre de diciembre de 2023, en el área nacional se contabilizaban 17.603 sucursales, lo que supone casi un tercio menos con respecto a 2008, cuando se registró el pico de 45.707, como resultado del gran ajuste experimentado en prácticamente todas las comunidades autónomas. El recorte ha sido más acusado incluso que en los cajeros automáticos, que han pasado desde las 61.714 unidades, hasta los 43.363 y hace que sea una de las más extensas de la zona.