Estos resultados se produjeron en un contexto de ajustes monetarios, donde el Banco Central Europeo redujo los tipos de interés desde el 4% al inicio del año hasta el 2,75% actual.
Los seis bancos cotizados (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja) ganaron 31.768 millones de euros durante el pasado ejercicio, lo que supone un incremento del 20,54% frente a los 26.088 millones registrados el año anterior.
Las cuentas cargan con una factura de 1.478,6 millones por el impuestazo del Gobierno, superior a los 1.120 millones del año previo; aunque las entidades también han ahorrado casi 1.900 millones al no tener que realizar aportaciones al Fondo de Garantía de Depósitos y al fondo único de resolución europeo (FUR) por haber cubierto sus dotaciones el año anterior.
Las mayores sorpresas llegaron de la mano de Santander, Sabadell y Unicaja. El grupo presidido por Ana Botín ha prometido, al menos, 10.000 millones de euros para recomprar acciones en el bienio 2025-2026, tras anunciar también que destinará 6.300 millones del beneficio de 2024 a dividendos y recompras. Por vez primera, Santander se ha comprometido además a repartir el exceso de capital por encima del 12% CET1 que no utilice para expandir el negocio.
En plena opa de BBVA, Sabadell ha escalado su promesa de remuneración al inversor a 3.300 millones para 2024-2025 frente a los 2.400 millones comprometidos en un origen y batiendo las mejores expectativas del mercado. Unicaja repartirá 444 millones con cargo al beneficio del pasado año y en su recién estrenado plan estratégico garantiza que distribuirá el 85% de los 1.600 millones mínimos que se propone ganar entre 2025-2027, es decir otros 1.325 millones.
Por su parte, en referencia al ejercicio 2024, CaixaBank repartirá 3.096 millones en dividendo ordinario, que se unen a los 2.000 millones comprometidos en programas de recompra. Con respecto a 2025, no ha concretado cifras, pero sí ha desvelado que mantendrá el mismo plan de dividendos con una distribución en efectivo de entre el 50% y el 60% del beneficio neto consolidado, que se mantendría por encima de los 5.000 millones según el consenso de analistas, lo que implica un dividendo de, al menos, 2.500 millones.
BBVA y Bankinter han aumentado la mejor previsión de remuneración prevista con cargo al 2024: el banco vasco destinará 5.027 millones a los accionistas entre dividendos y buybacks, mientras que la entidad presidida por Ortiz unos 476,5 millones solo a través de dividendos, siendo la única entidad entre las seis cotizadas que no realiza programas de recompra.
Son dividendos históricos, como también lo han sido las cuentas, espoleadas por un aumento del 11,67% en los ingresos conjuntos. La lluvia de dividendos tiene lugar tras reforzar y estabilizar el capital, «blindar» gran parte del margen financiero ante la caída de los tipos, y cuando la contribución por comisiones crece ya un 11,48% gracias al impulso del negocio. Durante el bienio 2022-2023, la demanda de crédito se había hundido por la subida de tipos en casi todas las geografías. Solo en Europa, el Banco Central Europeo (BCE) escaló el precio del dinero desde el 0% al 4,5% en este periodo y en junio del año pasado inició la senda de recortes que ha devuelto las tasas al 2,75%.
En este ambiente, Santander enlazó su tercer mejor año consecutivo, con un beneficio atribuido de 12.574 millones, que crece un 14% interanual y elevó la rentabilidad sobre capital tangible (RoTE) al 16,3% desde el 15,1% en 2023. La entidad lo atribuyó al fuerte crecimiento de los ingresos en todos los negocios globales y regiones, mientras que el número de clientes aumentó en ocho millones, hasta alcanzar los 173 millones. Las grandes geografías tractoras de la cuenta fueron Europa -con España a la cabeza (su beneficio aumentó un 58,67%), mientras en Reino Unido penalizaron las provisiones en financiación de automóviles- Estados Unidos (+19%) y Brasil (+26%).
BBVA recortó distancias en plena opa a Sabadell. La cosechó un beneficio de 10.054 millones, cifra que crece un 25,4% interanual y elevó la rentabilidad sobre patrimonio tangible (RoTE) al 19,7% tras sumar 11,4 millones de nuevos clientes y crecer un 9% la cartera de préstamos. Por mercados, España fue el motor del crecimiento, con un beneficio atribuido que creció un 39,1% y ascendió a 3.784 millones. En México, en cambio, limitó su avance al 2,4% y sumó 5.447 millones al resultado global por la depreciación del peso -a euros constantes la cuenta sube un 5,8%-. En Turquía, cosechó otros 611 millones de beneficio atribuido, con un aumento del 15,9% interanual, aún penalizado por ajustes por hiperinflación, si bien inferiores al año previo.
Sabadell ganó 1.827 millones, un 37,1% más, muy por encima de los 1.600 millones que había estimado batir. Su rentabilidad (RoTE), que en marzo rebasaba el 12%, acabó el año en 14,9% -14% sin incluir extraordinarios-, con un fuerte empuje de España y especialmente en su franquicia TSB, que sumó 253 millones al resultado.
CaixaBank elevó un 20,2% su beneficio, hasta los 5.787 millones. Su RoTE aumentó del 15,6% al 18,1%, muy por encima del objetivo del 16% establecido por el banco para este año y en línea con el plan estratégico 2025-2027 presentado el pasado noviembre.
Bankinter mejoró un 12,8% su cuenta y presentó una ganancia histórica de 953 millones, con la rentabilidad aupada en el 19% en su formulación sobre RoTE y un avance del 9% en los ingresos o margen bruto y alzas del 15% en la contribución de las comisiones. Y para este año, la consejera delegada,
Pero la mayor expansión de la cuenta la protagonizó Unicaja, con un aumento interanual del 115% en el beneficio, hasta los 573 millones, y subidas del 4,1% al 9,1% en el RoTE. Su expansión se apoyó en un crecimiento del 14,9% en el margen bruto y una reducción del 24,3% en los saneamientos del crédito por la rebaja de los activos improductivos. Para 2025-2027, la entidad prevé un margen de intereses superior a los 1.400 millones en cada uno de los ejercicios, por debajo de los 1.538 millones registrados en 2024.
Entre las entidades, el Banco Santander lideró las ganancias con 12.574 millones de euros, un 13,5% más que en 2023. Su estrategia de diversificación geográfica, con fuertes resultados en México y Brasil, le permitió compensar la moderación del negocio en España.
Por su parte, BBVA se situó como el segundo banco en beneficios, superando la barrera de los 10.000 millones de euros con un crecimiento del 25,4%. La entidad, presidida por Torres, apostó por una mayor retribución a sus accionistas y mantuvo su ofensiva sobre el Sabadell, a la espera de la resolución de la opa presentada en 2023.
CaixaBank también firmó un año positivo, con un beneficio de 5.787 millones de euros, un 20,2% más, destacando su crecimiento en actividad comercial y gestión del riesgo. Mientras, Bankinter registró una ganancia de 952 millones, rozando la barrera de los 1.000 millones, y Unicaja logró más que duplicar su beneficio hasta los 573 millones.