Según el último barómetro elaborado por Asufi, la asociación de usuarios financieros, los préstamos en España descienden más que en la zona euro, casi el doble, pues, en el corto plazo, pasan de una media del 13,17% de 2023 al 11,56% de 2024, en comparación con el abaratamiento del 6,87% al 6,83% en la región del euro. En el largo plazo, este descenso es incluso más evidente ya que en la zona euro suben tímidamente, del 7,81% del 2023 al 7,82% del 2024, mientras que en España bajan del 11,56% del ejercicio 2023 al 10,96% del 2024.
Centrándose en el escaparate de España, han comprobado que la bajada de tipos de interés ha llegado a los préstamos al consumo. Además, esta mayor bajada en los préstamos a corto plazo está primando los préstamos de menor cuantía y a devolver con mayor rapidez, frente a otros que necesitan un mayor plazo de devolución. Así, los préstamos a corto plazo (de uno a cinco años) pasan del 13,17% de media en 2023 al 11,56% en marzo de este año, mientras que los préstamos de más largo plazo (más de cinco años) el descenso es más moderado, pasando del 11,46% al 10,96%.
No obstante, consideran que aún queda margen de bajada, puesto que siguen siendo préstamos más caros que en junio de 2023.
En cuanto a las categorías, destacan que el comportamiento es también muy dispar. Donde más se abaratan los préstamos es en los Establecimientos Financieros de Crédito (EFC) a corto plazo, que pasa del 17,42% el año pasado al 14,29%. Sucede lo contrario con los préstamos a largo plazo, que es la única categoría que sube, pasando del 13,13% al 13,39%.
Los préstamos de los bancos descienden a corto y largo plazo de forma similar. Para los préstamos a corto plazo se pasa del 12,16% al 10,80%, y a largo plazo pasan del 11,43% de 2023 al 10,24% de 2024.
Por otro lado, el barómetro también refleja que la intención de pedir un préstamo ha bajado por primera vez en los últimos cinco años. «Lo más llamativo de este dato es que, por primera vez desde que se hace este barómetro, en junio de 2020, se ha roto la tendencia al alza de quienes piensan solicitar un préstamo pasando del 32,3% de 2023 al 30,2% actual», señalan. Las causas de esta evolucion son basicamente dos. En primer lugar, las expectativas de bajada de interés a lo largo del año que hace que se pospongan ciertas compras de productos o servicios financiados, a la espera de conseguir mejores condiciones según avance el año. En segundo lugar, el descenso de algunas categorías que habían sustentado la intención de solicitar préstamos en los últimos años, como cubrir la necesidad de dinero (obtención de liquidez), por el impacto de subida de precios y de las cuotas hipotecarias.
Para Asufin, «es positivo que se hayan reducido las peticiones de préstamos para liquidez, aunque esta bajada ha sido compensada fundamentalmente por préstamos para viajes. Este incremento no solo muestra un cambio de hábitos, también abre el debate sobre el crédito responsable y la utilización de otras fuentes económicas, como los ingresos recurrentes o el ahorro, para hacer frente a este tipo de partidas».