Este tipo de compañías gestionan las carteras inmobiliarias que están en manos de bancos, de fondos (que a su vez han ido comprando activos tóxicos a las entidades financieras) y Sareb.
La firma sueca Intrum (que gestiona también Solvia) lidera ese mercado administrando 51.303 millones en activos, según Axis, lo que supone una cuota de mercado del 24,39%. Esta compañía reforzará su posicionamiento cuando integre Haya Real Estate, una adquisición a Cerberus por 140 millones anunciada en mayo. Recientemente, Caixabank ha elegido también a este gestor para administrar gran parte de su cartera inmobiliaria de su filial Buildingcenter.
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Hipoges (compañía del fondo KKR) ha dado también un salto debido a que fue uno de los dos ganadores del contrato de gestión del portfolio de Sareb el pasado año –junto a Aliseda/Anticipa–, por lo que ya dispone de una cuota del 22,62%. En ese ranking, doValue (antigua Altamira) cae precisamente por la pérdida del contrato de Sareb (15,6% de cuota). Y Aliseda/Anticipa, por el lado contrario, mejoran por hacerse con esa cogestión (14,53% de cuota). Por último, entre las grandes se encuentra Servihabitat (9,75% de cuota), duramente afectada por la pérdida de la gestión para el banco malo, además de perder recientemente el contrato de Caixabank, del que había sido servicer de referencia desde sus inicios.
El informe también recoge quiénes han protagonizado las grandes operaciones de desagüe de activos desde 2015, una clasificación encabezada por Santander, seguidos de Caixabank y de Sabadell (ver gráfico). Por el lado comprador, destacan Blackstone, Cerberus, Lone Star, Axactor y Oaktree. En el último año, Axis calcula que la banca y fondos han desinvertido en 13.574 millones. Santander lideró esos traspasos (3.690 millones), seguida de Gescobro (2.400 millones) y Caixabank (2.289 millones). Por el lado comprador, destacó Intrum (2.400 millones) y Axactor (2.399 millones).