El caso de Bangalore es sintomático de este esfuerzo de algunos empresarios hindúes por hacerse un hueco en nuestro rica y abundante oferta gastronómica. Quizá el hecho de pertenecer a una cadena de restaurantes como el grupo Khazuria le facilite las cosas y le permite ofrecer una cocina rica en experiencias como la comida al curri con todos sus adminículos que eso supone. Porque el curri que para muchos no es otra cosa que una especie resulta que para los hindúes es mucho mas. En concreto se trata de la unión de varias especias, que combinadas crean ese potente sabor, tan reconocido, importado del sur de Asia. El curri, capaz de realzar el sabor de cualquier plato, tiene también múltiples propiedades beneficiosas para la salud, lo que le convierte en el mejor compañero en todos tus platos. Conocedores de ello, en Bangalore son expertos en la elaboración de distintos platos con el curry como protagonista: curris de pollo, curris de ternera, cordero tal y como pudimos comprobar el otro día en este restaurante.
La carta de Bangalore presenta una gran variedad de platos con diferentes salsas, colores y especias cocinados al estilo tandoori. Entrantes como la pakora (verduras variadas rebozadas con harina de garbanzo y sofritas) o la ensalada Bangalore y platos principales perfectos para compartir e idóneos para acompañar sus arroces aromáticos y panes naan, donde la amplia variedad de curris va desde el pollo, al cordero y el pescado. Además, dentro de la gastronomía india, destacan también sus exquisitos platos vegetales, como malay copta, albóndigas de patatas y queso en salsa sueva y cremosa de almendras.
De entre más de las veinte opciones de curris que ofrecen destacan las opciones de tikka masala, con especias preparadas al estilo punjabi, butter, con salsa de especias y mantequilla, madras, con una deliciosa crema picante adaptable al grado que el comensal desee o con mango y coco, una alternativa más sorprendente y diferente.
Pero antes de legar al curri en sí, aparecen en la mesa unos aperitivos crujientes para catar las distintas salsas con sus matices especiales. Inmediatamente, después, llegan sobre el mantel unos deliciosos panes naan, un acompañante, hecho a mano en los propios establecimientos y horneado en su horno de leña tradicional tandoori, que se utiliza desde hace siglos para la elaboración de panes. En Grupo Khazuria, los elaboran al natural, con ajo, con queso, con frutos secos o con cebolla. Para luego poder disfrutar de las carnes, cordero y pollo que como no podía ser de otra manera, llegan acompañadas es el arroz basamati, que lo ofrecen en dos variedades: pilau rice, con especias aromáticas, y kashmiri rice, con especias aromáticas, frutos secos y azafrán.
Este restaurante indio situado en el número 63 de la madrileña calle Diego de León, en pleno barrio de Salamanca, abrió sus puertas con una amplia terraza al exterior en 2017 con el que el grupo Khazuria; su nombre significa “la ciudad jardín de la India”, que se materializa en su ambientación selvática y exuberante de plantas.
En este contexto es bueno resaltar las ventajas de una buena experiencia curri. Porque este elemento de la cocina hindu, facilita la reducción de problemas digestivos, como el mal aliento y los cólicos, además de calmar el intestino y bloquear intoxicaciones alimentarias; ayuda a prevenir el daño celular causado por moléculas reactivas conocidas como radicales libres.
Según varios estudios, el curry actúa bloqueando un marcador de inflamación muy importante y puede llegar a ser más eficaz que ciertos medicamentos antiinflamatorios. Por ultimo, su consumo regular ayuda a combatir numerosas bacterias patógenas y fortalece el sistema inmunitario. También puede prevenir el resfriado y sus síntomas y es muy efectivo a la hora de descongestionar las vías respiratorias.