Finalizado el black out, periodo en el que las empresas y bancos tienen restringido su acceso al mercado, las compañías aprovechan el apetito que sigue habiendo entre los inversores para acelerar la captación de recursos. Unas semanas después de presentar las cuentas del año pasado y apenas un par de jornadas tras la última subida de tipos del BCE, Bankinter ha probado suerte hoy en el mercado con la venta de deuda tier 1.
La entidad ha captado 300 millones en bonos contingentes convertibles (cocos en la jerga), importe que desde primera hora aclaró que no tenía previsto incrementar aunque la demanda diera margen para ello. Las órdenes de compra han superado los 3.400 millones. Es decir, la operación se ha cerrado con ratio de cobertura de 11,33 la oferta. Es decir, se sigue repitiendo la sobresuscripción que viene imperando en las operaciones que se ha efectuado en este inicio de año.
Los cocos, el tipo de deuda de más riesgo, son instrumentos híbridos que tienen elementos de deuda –pagan un interés al comprador– y de capital –pueden absorber pérdidas–. Su principal característica es que pueden convertirse en acciones si la ratio de capital de máxima calidad CET1 desciende por debajo del 5,125%. Aunque esta deuda es perpetua, Bankinter incluye la opción de amortización anticipada en febrero de 2029. Si el banco decide no ejercer la recompra la actualización del cupón se hará tomando como referencia al midswap (tipo de interés libre de riesgo) a cinco años más el diferencial. Durante los seis primeros años los bonos devengarán un cupón trimestral del 7.375%. Bankinter, Barclays, Crédit Agricole, Goldman Sachs y Natixis han sido las entidades colocadoras.