La congestión se ha concentrado en los accesos a vuelos internacionales, donde la escasez de personal en los puestos de la Policía Nacional ha generado importantes aglomeraciones en las horas punta.
Aena, gestora del aeropuerto, ha confirmado que se están produciendo cuellos de botella en los controles fronterizos, especialmente visibles estos días por el fuerte aumento del tráfico de pasajeros con el inicio de la temporada alta. Fuentes del gestor se limitan a señalar que dichas áreas son competencia de la Policía Nacional y que están trabajando conjuntamente con las autoridades para reducir las aglomeraciones.
Las imágenes difundidas en redes sociales muestran pasillos llenos de pasajeros en espera, situaciones de tensión y un ambiente de saturación. Algunos viajeros han advertido que los retrasos en los controles ponían en riesgo su embarque, aunque no se han ofrecido cifras oficiales sobre posibles afectaciones directas a los vuelos.
Según ha revelado la Mesa del Turismo de España, a primera hora de la mañana incluso fue necesaria la intervención de la Guardia Civil debido al nivel de crispación generado. Según su relato, muchos pasajeros en tránsito perdieron sus conexiones internacionales, mientras otros vivieron momentos de nerviosismo y altercados en los controles por la falta de personal.
De momento, la Delegación del Gobierno de Madrid ha asegurado que «se están tomando medidas extraordinarias para ampliar los puestos de control y reducir las molestias», apuntando que la situación obedece al aumento del número de vuelos. Desde Aena explican que el aeropuerto atraviesa días de gran afluencia y que los cuellos de botella se están produciendo en las zonas de control fronterizo, que son competencia exclusiva de Interior. El gestor asegura estar colaborando con la Policía Nacional para minimizar las aglomeraciones, pero evita pronunciarse sobre la dotación de efectivos en la terminal.
Este episodio vuelve a poner el foco sobre la dotación de agentes en los aeropuertos durante los periodos de alta demanda, un problema que se ha vuelto estructural. Los sindicatos policiales han denunciado en varias ocasiones la falta de refuerzos en los filtros de pasaportes, una situación que año tras año se repite en los principales aeropuertos del país. De hecho, la situación de este martes recuerda a otros momentos críticos que vivió el aeropuerto madrileño el pasado verano, justo cuando se prevé una temporada récord de desplazamientos.
También la Mesa del Turismo de España, en la que participan aerolíneas, agencias de viajes y otros actores de la cadena turística, ha emitido un comunicado en el que denuncia con dureza «una situación absolutamente inadmisible» que, aseguran, se repite cada verano sin que se adopten medidas. La asociación, presidida por Molas, califica de «bochornoso» el caos vivido en la T4 Satélite»A pesar de que los puestos de control están instalados, permanecen cerrados por falta de agentes, lo que desencadena situaciones de descontrol impropias de un aeropuerto internacional de primer nivel», critica la entidad. En palabras de Molas, «España no puede permitirse proyectar una imagen tan deficiente en la puerta de entrada y salida de millones de turistas», y acusa directamente al Ministerio del Interior de «negligencia reiterada».
La Mesa del Turismo insiste en que los datos de tráfico aéreo y llegada de turistas son conocidos y previsibles, por lo que considera que la falta de planificación solo puede explicarse «desde la indiferencia institucional». A su juicio, el caos registrado este martes no es un fallo puntual, sino la consecuencia de una falta de voluntad política para dotar adecuadamente a los aeropuertos en temporada alta.
La situación vuelve a encender las alarmas sobre la capacidad operativa de Barajas en plena temporada alta, justo cuando se espera un verano récord en tráfico internacional. Las imágenes de caos llegan apenas 24 horas después del incidente ferroviario que dejó varados a más de 20.000 viajeros en las líneas de alta velocidad ferroviaria Madrid-Toledo y Madrid-Andalucía por un problema en la catenaria, que se dio por resuelto pasada la mediodía del lunes.