Sin embargo no ha evitado reconocer que “Antes de la convocatoria las reservas estaban un 8% por encima del mismo período de 2019 y ahora se encuentran al 4%”, recalcó en un encuentro con medios de comunicación para presentar las previsiones de negocio de la compañía para verano.
Pese al nuevo calendario electoral y pese a la incertidumbre macroeconómica, González coincide con el resto de grandes hoteleras en que este verano será el de la recuperación definitiva. “De momento lo que veo en los datos es que no va a haber frenazo. Hay recesión en Alemania y no será el país que más crezca este verano, pero sigue habiendo una demanda muy sana. Sin caer en el optimismo desbordante e insensato habrá un muy buen verano”, aseguró.
Las ganas de viajar superan, por ahora, al coste creciente que tienen que asumir los turistas para pasar sus vacaciones. Y un buen reflejo es el precio de los hoteles. “Nuestras tarifas medias han crecido entre un 6% y un 7% este año y se sitúan un 20% por encima de los niveles de 2019″. El directivo resaltó que no prevé cambios en las reservas desde el mercado británico o alemán, tal y como sucedió antes de la pandemia, donde las buenas temperaturas invitaron a muchos residentes a quedarse en sus lugares de residencia. “No están preparados para un clima tan cálido”.
El grupo, que cerró el pasado ejercicio con una cartera hotelera de 277 hoteles y 62.000 habitaciones, cuenta con un colchón de 250 millones para hacer compras selectivas de hoteles. Por ahora descarta hacerlo en España por los elevados precios y se enfoca a otras geografías, como Marruecos o México, con mayores rentabilidades. “España nos parece caro y encontramos más fuera que dentro. Va a haber menos operaciones porque los precios están muy caros, incluso en algunos activos en Madrid ya superan el millón de euros por habitación”. Preguntando por si optara por compras individuales de activos o por carteras, González remarcó que están abiertas todas las opciones, entre ellas la creación de una joint venture con un socio local en países con poca presencia. “Es necesario ganar masa crítica. No podemos tener países con un solo hotel”.
Frente a la tendencia de otras cadenas como Meliá o NH, que apuestan por un modelo de gestión que priorice el alquiler y la gestión, Barceló seguirá centrada en comprar activos en propiedad. “Tenemos más propiedad que nunca. Pese a ser menos rentable, somos una empresa familiar que trata de buscar un equilibrio entre la parte patrimonial y la gestión para terceros y que tiene vocación de permanencia” . De los 277 activos con los que cerró Barceló, el 29% estaba en manos de la compañía, mientras que un 27% estaba en alquiler y el restante 44% en gestión.