Su fórmula, en la que la aparente sencillez de los platos viene a ensalzar una materia prima de calidad superior, ha conquistado a los vecinos del barrio de Salamanca —donde está la ubicado— y a los paladares más exigentes que acuden ex profeso hasta este lugar para degustar las elaboraciones del chef y propietario Daniel Roca. Tras el éxito alcanzado en Barcelona —donde abrió sus puertas en 2018—, Barra Alta repite fórmula en Madrid y se adapta a los gustos y costumbres de los madrileños. La cocina tradicional le robó el corazón a Roca, que ha sabido llevar el recetario más conocido un paso más allá, pero sin perder la identidad. Basa su propuesta en elaboraciones sencillas, realizadas con una materia prima insuperable gracias a proveedores que conoce bien: el salmón ahumado con humo natural de piñas piñoneras del Maresme, de su gran amigo Carlos Piernas (Carpier), o las ostras de Thierry, de Huitres Poget de Normandía. También confían siempre en el caso de los huevos, en Cobardes y Gallinas, de animales criados en auténtica libertad.
Los comensales pueden comenzar su experiencia con las ostras, que preparan al natural, encevichadas, escabechadas, tibias —con salsa teriyaki, velo de panceta y huevas— y crujientes —rebozadas con panko, wakame, juego de ave y mayo de ostras—. Las tapas frías están protagonizadas por recetas como el tartar de vieira y bogavante, la ventresca de salmón carpier o la ensaladilla de langostino azul. Entre sus tapas calientes, destacan las croquetas de carne rustida y foié Rougié; el brioche de calamares con salsa de tinta ligeramente picante y wakame; el buñuelo de bacalao o las patatas bravas, con un claro guiño a los platos esenciales de las barras de bar. El equipo de cocina también ha reservado un lugar destacado a otros de los “productazos” del lugar, los huevos: se pueden disfrutar al estilo mar y montaña —con butifarra y jugo de bogavante— o con patatas y foie. Como principales, resaltan los guisos de bacalao confitado con verdinas y de callos con garbanzos, además de platos como el gallo de costa estilo thai , una fritura con salsas asiáticas, albahaca, menta y coco, que se sirve en su espina crujiente y que, por supuesto, también se come.
El momento dulce se caracteriza, siguiendo la misma línea que el resto de la carta, por sugerencias de apariencia clásica que se convierten en sorpresa cuando llegan a la mesa, por ejemplo, su chocolatada con aceite y sal. El postre estrella es la tarta de queso, elaborada con cuatro tipos diferentes de quesos, que la llenan de matices y untuosidad.
Para maridar la propuesta gastro, la jefa de sala y sumiller, la madrileña Cristina Fernández, ha concebido una bodega cuidada y equilibrada que cuenta con más de 70 referencias. Una forma de conocer el restaurante en una primera visita son los dos menús degustación que ofrece, que representan el puente aéreo entre la capital y la Ciudad Condal. El primero ha sido creado pensando en los madrileños, acostumbrados a compartir los primeros y a disfrutar de un plato principal. Para quienes prefieran compartir desde el primer hasta el último bocado, el menú Barcelona es el ideal.
Barra Alta cuenta con una decoración elegante, acogedora y muy cuidada, que resulta también cómoda, divertida e informal. Nada más entrar se encuentra la barra —con una zona de mesas altas de mármol— con un aire más casual, pensada para un servicio más desenfadado, para picar e incluso comer. Los tonos azules y grises ayudan a crear un ambiente distendido, que se mantiene al pasar a la sala, con mesas, sillas y sillones que aportan un aire colonial e invitan a comer a gusto y sin prisa en un servicio pausado y apartado del ambiente de la zona de vermuteo. Los dos espacios encuentran el punto de unión en la cocina, honesta y sin pretensiones, donde se trabaja con muy buen producto, perfectamente ejecutado y con precios competitivos.
Barra Alta
Lagasca, 19. Madrid Teléfono de reservas: 91 005 35 32
Página web: www.barraalta.rest/mad
Precio medio: 55 € por persona
Precio menú degustación: 56 € por persona sin bebidas Horario: de lunes a sábado, de 13:00 a 17:00 y de 20:00 a 24:00 h.
Cerrado domingos