Las ventas de Bayer en la primera mitad del año alcanzaron los 25.433 millones de euros, un 7,4% menos que en el mismo periodo de 2022, destacando el descenso del 11% de la facturación del negocio agrícola (CropScience), hasta 13.275 millones, a la par que el área farmacéutica, que disminuyó un 5,1% sus ventas, hasta 8.964 millones. El negocio de medicamentos sin receta, por su lado, facturó un 1% más, hasta 3.039 millones.
Entre enero y junio, el gigante de Leverkusen asumió un impacto negativo extraordinario de 2.921 millones de euros, frente a los 2.071 millones de euros de la primera mitad de 2022.
De este modo, el resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado hasta junio de la compañía alemana alcanzó los 6.998 millones de euros, lo que supone un descenso del 18,6% respecto contabilizado en el mismo periodo del ejercicio anterior, cuando se situó en 8.600 millones.
En el segundo trimestre el año, Bayer registró pérdidas de 1.887 millones de euros, lo que supone multiplicar por seis los ‘números rojos’ de 298 millones contabilizados entre abril y junio de 2022, mientras que sus ventas disminuyeron un 13,8%, hasta 11.044 millones.
Bayer rebajó el pasado 24 de julio sus perspectivas para este año, debido, principalmente, a un nuevo descenso significativo de las ventas de productos a base de glifosato. Sobre una base monetaria ajustada, es decir, basada en los tipos de cambio medios mensuales de 2022), la compañía espera ahora generar unas ventas de entre 48.500 y 49.500 millones de euros, frente a una previsión inicial situada entre los 51.000 y 52.000 millones de euros.
Además, el grupo alemán ha destacado que espera que el Ebitda antes de partidas especiales se sitúe entre 11.300 y 11.800 millones de euros en términos ajustados, teniendo en cuenta que la previsión inicial lo situaba entre 12.500 y 13.000 millones.
En cuanto a las divisiones, la empresa ha estimado que espera que las ventas de CropScience desciendan en torno a un 5% interanual y las del área farmacéutica registren una variación de aproximadamente el 0% respecto al nivel del año anterior, teniendo en cuenta que la previsión estimaba un aumento en torno al 1%, una vez ajustados los efectos de la divisa y la cartera.