Las regiones que ejercen de locomotora de la economía nacional son aquellas beneficiadas por las exportaciones de servicios -tanto turísticas como no turísticas-. Es el caso de Baleares, Canarias, Madrid o Cataluña (2,6%). Sin embargo, el consumo privado se revisa al alza menos que el PIB, por lo que en aquellas comunidades en las que el turismo más relevante es el nacional se experimentan avances menores que en el conjunto nacional. Es el caso de Comunidad Valenciana (2,2%), Andalucía (2,1%) o la Región de Murcia (1,8%).
En 2024, el Servicio de Estudios de BBVA prevé una desaceleración del crecimiento del PIB hasta el 2,1%. Los principales factores detrás de este dato son la pérdida de vigor progresiva del turismo, que tocará techo por limitaciones de capacidad y por menor crecimiento de los mercados de origen, una vez que se haya retornado ya a la normalidad prepandémica; los elevados tipos de interés, que frenarán la inversión y el consumo, así como un impacto menor de lo esperado de los fondos Next Generation EU en algunos sectores.
El alza de la economía en 2023, liderada por el turismo
El turismo seguirá durante este año siendo uno de los motores que impulsen la economía y, por ende, el empleo (sobre todo en la costa mediterránea). En comunidades con economías más centradas en servicios e industria se observa una contribución relevante a la creación de puestos de trabajo en actividades relacionadas con el comercio, como es el caso de Cataluña (2,9%), Madrid (2,4%) y Andalucía (3,0%), aunque las comunidades que liderarán el ranking en el avance del empleo serán Canarias (5,3%) y Baleares (3,4%). En otras de carácter más industrial como Asturias, la dinamización del sector manufacturero, asociada a la desaparición de los cuellos de botella podría acabar generando tensiones en el mercado laboral por las dificultades para encontrar mano de obra en la región.
El empuje del turismo nacional también ha influido positivamente en los datos de comunidades cuyo papel como destino turístico no era tan relevante. País Vasco, Castilla-La Mancha, Extremadura y Galicia podrían ver como las pernoctaciones en alojamientos turísticos en el primer semestre de 2023 superan en más de un 10% las del mismo semestre de 2019.
En la misma línea, las compras con tarjetas de extranjeros registradas en TPV de BBVA podrían superar en un 60% los datos de 2019, aunque Madrid y Cataluña podrían experimentar un menor dinamismo, debido al retraso en la recuperación del turismo urbano.
En relación al comportamiento del mercado inmobiliario, BBVA Research estima que los tipos de interés seguirán afectando negativamente a la demanda.
Las comunidades autónomas más industriales, reforzadas en 2024
De cara a 2024, se espera que el turismo experimente una desaceleración significativa, afectado por las limitaciones de capacidad (en particular en los alojamientos), la desaceleración del consumo en Europa por el mantenimiento de tipos de interés y costes de la energía aún elevados, y la menor disponibilidad de ahorro. Como consecuencia, el avance del PIB de las comunidades autónomas más turísticas se revisará más a la baja que la media y estas regiones pasarán a crecer a un ritmo más bajo de cómo lo hará la media nacional, siendo las más afectadas Canarias (1,4%), Baleares (1,5%) y Cataluña (2,0%).
Por el contrario, la industria comienza a mostrar síntomas de recuperación. El alivio de los cuellos botella ha permitido que siete de cada diez comunidades autónomas hayan recuperado ya el nivel prepandemia de actividad industrial. Castilla y León (para la que se espera un crecimiento del PIB del 2,2% en 2024), Asturias (2,1%) y Galicia (1,9%) son algunas de ellas. Las comunidades más potentes en cuanto a industria, sobre todo las más orientadas al sector automotriz, como Navarra (2,6%) o Aragón (2,2%), siguen aún en niveles más bajos, mientras que Cantabria y Galicia encabezan, por ahora, la recuperación del sector industrial. Dado que esta recuperación está siendo algo más lenta de lo estimado hace unos meses, ahora no se espera que estas comunidades se encuentren en el grupo de liderazgo en 2023, pero sí lo harán en 2024 a medida que la recuperación de la economía europea y la inversión ganen impulso.
En zonas más dependientes del sector agroalimentario, el crecimiento ha estado muy limitado por principalmente la sequía, además del precio de los combustibles y la demanda de materias primas. De acuerdo a las estimaciones de BBVA Research, la escasez de precipitaciones durante la primera mitad de 2023 habría reducido el crecimiento trimestral del valor agregado bruto (VAB) agrario 2,2 p.p cada trimestre. Dado el mayor peso de este sector en las comunidades del sur (las que más sequía experimentan, junto a parte de Cataluña) se espera que el impacto en su PIB sea mayor, si bien esto dependerá de cuánto tiempo se extiendan las condiciones extremas.
En este escenario en el que el norte mantiene un diferencial de crecimiento positivo a nivel industrial, las exportaciones cobran cierto nivel de importancia en otras regiones. El Servicio de Estudios de BBVA prevé que en 2024 las exportaciones de servicios no turísticos y la presión de la demanda sobre la inversión residencial permitirán a la Comunidad de Madrid (2,3%) mantener un diferencial positivo con la media nacional.
Más inversión pública en las comunidades autónomas
En materia de política fiscal, se prevé que continúe una tendencia expansiva en todas las comunidades autónomas, aprovechando el impulso que se deriva de las inversiones de los Fondos NGEU, lo que podría producir impactos diferenciados por CC.AA. Ello, pese a que la implementación de nuevas reglas fiscales tienen por objetivo reconducir las cuentas públicas y retornar a la senda de sostenibilidad.
El previsiblemente mayor gasto de los intereses supone una presión adicional para aquellas regiones más endeudadas. La Comunitat Valenciana, Murcia y Castilla-La Mancha son las comunidades cuyo margen de actuación podría verse más limitado debido a sus niveles actuales de deuda.