BBVA afronta en septiembre una ventana de amortización anticipada de una emisión anterior de un coco a la que se ha querido anticipar, antes de que el BCE termine de completar el ciclo de subidas tipos. En concreto, se trata de una emisión lanzada en 2018, también por 1.000 millones de euros, y a un cupón notablemente inferior, del 5,875%, dado el nivel de tipos negativos de entonces, si bien en el mercado está cotizando en la actualidad con un cupón del 8,7%. Con la emisión de cocos de hoy, BBVA podrá optar por amortizar esa otra sin impacto en su capital aunque con un coste de financiación bastante superior.
La emisión de cocos de hoy forma parte del plan de financiación de BBVA para este año. El objetivo de colocación estaba entre los 750 y los 1.000 millones de euros, con un cupón de partida del 8,75%. Después de una demanda que ha superado los 3.100 millones de euros, BBVA ha colocado finalmente un importe de 1.000 millones a un tipo inferior al del salida, del 8,375%. Los bancos colocadores son Barclays, BBVA, Bank of America, Citi, Goldman Sachs y Natixis. Es el primer coco que BBVA emite desde julio de 2020.
Con esta colocación de cocos, BBVA reabre las emisiones de un tipo de deuda que había quedado en shock con la quiebra de Credit Suisse. La intervención del banco y su venta a UBS dejó a cero el valor de los cocos de la entidad suiza y sus titulares perdieron todo su dinero, mientras que los accionistas del banco sí conservaban cierto valor en sus acciones. Se rompió así el esquema asumido ampliamente por los inversores en cocos por el que, en caso de resolución, asumen primero las pérdidas los accionistas y, a continuación, los propietarios de este tipo de bonos, los más próximos a la renta variable.
Es la quinta emisión de deuda que realiza BBVA en 2023. En enero de 2023 emitió deuda sénior no preferente por importe de 1.000 millones de euros, a un plazo de 8 años, y otros 1.500 millones de euros en cédulas hipotecarias a un plazo de 4,5 años. En mayo, emitió 1.000 millones de euros en deuda sénior preferente a tres años y en junio colocó 750 millones de euros en deuda subordinada Tier 2.
Pero, BBVA no ha sido la única entidad europea en hacerlo hoy. Banco de Chipre ha aprovechado la senda abierta por la entidad española y ha colocado otros 220 millones de euros en bonos contingentes convertibles con un cupón del 11,875%. El cupón de partida era del 12,5%, que se redujo tras registrar peticiones por más de 2.200 millones de euros. El mercado exige así una rentabilidad muy superior a un banco con una calificación financiera de apenas B3, según Moody’s, pero al que no por ello ha negado la financiación. Es la prueba de que los cocos vuelven a ser una fórmula de financiación asumible para los bancos europeos.