Esta vendrá determinada, en gran medida, por el cambio en la política comercial de EE. UU. y el aumento de la incertidumbre que ha provocado. JçY es que los economistas de BBVA Research perciben «cierta ralentización» del crecimiento económico en España, motivo por el que reducen su previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) al 2,5% en 2025 y al 1,7% en 2026. Esta revisión supone una rebaja de tres décimas porcentuales para este año y de una para el siguiente.
En el informe «Situación España» de junio de 2025, el servicio de estudios de BBVA destaca que la recuperación de la economía española continuará gracias a varios factores, como la caída en los precios del petróleo y del gas, el tono más expansivo de la política económica en Europa o una mayor capacidad de crecimiento del sector servicios. Sin embargo, se espera que la expansión vaya perdiendo impulso progresivamente debido al impacto de los aranceles y a la incertidumbre, que ya está condicionando las decisiones de empresas y hogares.
Según estos expertos, la rebaja de previsiones realizada obedece en dos terceras partes a la revisión a la baja de los datos del tercer y cuarto trimestres que ha realizado el Instituto Nacional de Estadística (INE). Asimismo, el avance que ha realizado el INE para el primer trimestre de este año ha sido inferior a la previsión que tenía BBVA Research.
Para el servicio de estudios, la ralentización del crecimiento se explica por un menor dinamismo de la demanda interna. «El consumo, tanto privado como público, ha moderado su avance. Entretanto, la inversión en maquinaria y equipo ha mostrado fortaleza, apoyada por el impulso fiscal», afirma.
«Detrás de este buen comportamiento pueden estar los recursos destinados a los afectados de la DANA en Valencia y el impacto de algunos proyectos financiados por el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR)», añade el informe.
• El proteccionismo y la incertidumbre lastrarán la actividad. El crecimiento se desacelerará más de lo previsto en EE. UU., pero no necesariamente en China y en la eurozona. En Europa, el impacto de los aranceles se verá mitigado por el gasto fiscal, sobre todo, en defensa.
• Entre los factores que apoyarán el crecimiento en España estarán la caída en los precios del petróleo y del gas, el tono más expansivo de la política económica en Europa, una mayor capacidad de crecimiento del sector servicios, y el impulso del mayor gasto en defensa.
• La actividad irá perdiendo impulso. El aumento de los aranceles y de la incertidumbre afectarán a los flujos comerciales y a la inversión. Se perciben cuellos de botella como la resistencia de la inversión privada a la recuperación; el elevado nivel de ahorro de las familias, o la escasez de vivienda a precio asequible.
• Es necesario un consenso alrededor de medidas que aumenten el crecimiento a largo plazo. La productividad por persona ocupada crece por debajo del promedio histórico, hay que elevar la participación en el mercado laboral, reducir la precariedad del empleo y aumentar la rentabilidad de la inversión.
• Las finanzas públicas son vulnerables a escenarios menos favorables. Es necesario acelerar la ejecución de los fondos NGEU.
Por otro lado, las exportaciones de servicios siguen siendo el principal motor de crecimiento: el gasto de los turistas extranjeros continúa aumentando a buen ritmo (+9,1% entre enero y mayo) y las ventas de servicios al extranjero mostraron un crecimiento significativo en el primer trimestre (+4,6%). También mejoraron en marzo las exportaciones de bienes, afectadas quizás por el adelantamiento de las empresas ante posibles aumentos de los aranceles. Esto, apunta BBVA Research, podría llevar a un incremento «importante» en el segundo trimestre (+1%), después de un año de práctico estancamiento. Con todo, los economistas perciben que hay margen para el crecimiento de la actividad, pero «con tendencia hacia la moderación». De hecho, pronostican que la desaceleración prevista «vendrá determinada, en buena medida, por el cambio en la política comercial de EEUU», especialmente por sus efectos directos e indirectos sobre las exportaciones españolas y el aumento de la incertidumbre que ha provocado.
Un ejemplo, señalan, es la «significativa» apreciación del euro frente al dólar. Solo este cambio, afirma BBVA Research, podría restar alrededor de dos puntos porcentuales al crecimiento anual de las exportaciones españolas en 2025 y 2026.
Por su parte, el aumento de la incertidumbre de política económica a nivel mundial observado desde noviembre del pasado año estaría restando alrededor de 0,6 puntos porcentuales al avance del PIB, en promedio, durante estos dos años. Otros factores que pueden moderar el dinamismo de la actividad son los límites que están imponiendo las administraciones al crecimiento del sector turístico; el ahorro de los hogares, que sigue en cotas muy elevadas y restringe la expansión del consumo, y el precio de la vivienda, que continuará aumentando (un 7,3% en 2025 y un 5,3% en 2026) dada la persistencia del desequilibrio entre la demanda y la oferta.
BBVA Research destaca, asimismo, que continúa la «relativa falta de sensibilidad de la inversión» a la recuperación de la demanda y el empleo. «Aunque hay factores cíclicos que pueden explicar parte de la atonía, como el aumento en los tipos de interés, la prolongación del problema parece apuntar a factores estructurales», explican.
Uno de los más evidentes es la «escasa» rentabilidad que muestran las empresas en España en comparación con las europeas. Con los balances cerrados a 2023, el país mostraba los ROE más bajos de su entorno. Esto, en parte, refleja el ya conocido diferencial de productividad que limita el proceso de convergencia de la economía española con los países más ricos de la eurozona. «El crecimiento hacia delante puede verse lastrado por la tendencia que muestra la evolución de la productividad por ocupado equivalente a tiempo completo y de la tasa de actividad», señalan los economistas. «Alcanzar incrementos relativamente elevados y sostenidos de la primera es una de las tareas pendientes para la economía española», concluyen