La política de remuneración al accionista de BBVA contempla un ‘payout’ de entre el 40% y el 50% del beneficio. Es decir, del beneficio generado en un ejercicio, entre el 40% y el 50% se destina al pago de dividendos en efectivo, que se pueden combinar con recompras de acciones. La implementación de esta política se realiza a través de dos pagos (uno a cuenta, habitualmente en octubre, y uno complementario, habitualmente en abril). La parte del beneficio que no se destina a remuneración al accionista se usa en gran medida para fortalecer la capacidad de BBVA de conceder crédito.
Además de esta política, debido a su sólida posición de capital, BBVA ha hecho recompras extraordinarias de acciones en los últimos años. Así, desde 2021 BBVA ha repartido a sus accionistas 8.200 millones de euros entre dividendos y recompras de acciones. Si a esto se le suma este dividendo a cuenta de 2023, la cifra ascendería a más de 9.000 millones de euros repartidos entre sus accionistas en el periodo.