En la Unión Europea los precios han retrocedido un 0,7% trimestral en el primer trimestre del ejercicio y ya venían de caer un 1,4% en los tres meses previos. Una desaceleración así (dos trimestres consecutivos) no se producía desde 2013 en el conjunto de los 27 estados miembro. Y la última vez que el mercado registró una sola cifra negativa fue a finales de 2014 (en el último trimestre de ese año), por lo que, hasta ahora, venía de revalorizarse durante 31 trimestres seguidos.
Mientras, en los 19 países del euro esa contracción ha sido del 0,9% de enero a marzo y del 1,7% en el invierno de 2022. En este caso, su anterior recesión técnica se confirmó en el primer trimestre de 2015.
En España se han evitado dos caídas de los precios consecutivas, ya que en el primer trimestre la vivienda ha repuntado un 0,7%, aunque venía de retroceder un 0,8%, según Eurostat. Sin embargo, en tasa interanual, el inmobiliario residencial sigue encareciéndose, un 3,5% en el arranque del ejercicio. Esto significa que el mercado nacional está resistiendo mejor de un año a otro que en la UE, ya que, de media, los precios han repuntado apenas un 0,8% en el primer trimestre.
Según los últimos datos trimestrales publicados (enero-marzo), Luxemburgo ha sido el país donde más se ha enfriado el inmobiliario, con un retroceso del 4,1%, seguido de Alemania (-3,1%) y Finlandia (-1,8%). En Dinamarca y en Noruega se da la tendencia contraria y son los que más se encarecen, un 2,5% y un 3,1%, respectivamente.
Por otra parte, los países que están en recesión técnica son República Checa, Alemania, Francia, Luxemburgo, Holanda, Austria, Finlandia y Suecia.
Aunque el mercado inmobiliario lleva prácticamente una década subiendo (tanto trimestralmente como interanualmente), esa tendencia ya se ha cortado. El BCE lleva subiendo los tipos de interés desde julio del año pasado y el ajuste hasta la fecha es de 400 puntos básicos, con la tasa de depósito, en el 3,5%, que es la referencia para este ciclo.
Esto significa que los tipos de interés están a un solo paso de 25 puntos básicos de máximos históricos, cuando la misma tasa tocó el 3,75% hace más de dos décadas, en el año 2000. Además, la presidenta del organismo monetario, Christine Lagarde, ya ha garantizado otro alza para julio, lo que implica volver a los niveles más altos de la eurozona. Superarlos o no dependerá de lo que decidan los funcionarios del BCE en septiembre.
Además de los incrementos ya efectuados, el banco central ha advertido de que los tipos de interés elevados se mantendrán en el tiempo, por lo que avisa de que no se esperen recortes. Son niveles disuasorios para pedir hipotecas y también suficientes para que el mercado se frene. Los préstamos para vivienda a tipo variable a 12 meses se han otorgado a un 4,23% de interés en mayo en la zona euro, según el indicador compuesto que ha publicado hoy el BCE.
La propia entidad explica que, aunque la concesión sigue creciendo en términos anuales, solo ha incrementado de forma «marginal» mes a mes, lo que ya muestra ese enfriamiento del crédito. Asimismo, el organismo también habla de desaceleración del real estate y de que este podría ser un riesgo a la larga para la estabilidad financiera que, aunque no está en entredicho, sí se enfrenta a un panorama desafiante por el deterioro económico, los tipos altos y las quiebras bancarias de Estados Unidos.