El efectivo fue el método de pago más común en 2022 en la zona euro, representando un 59% del total de los pagos realizados, si bien solo contabilizó el 42% del valor de las transacciones, frente al 46% de los pagos con tarjeta, según pone de manifiesto el Informe Anual del Banco Central Europeo (BCE). «La circulación de billetes de euro siguió creciendo en 2022, un 4,5% en número y un 1,8% en términos de valor», informa el organismo. De esta forma, el número de billetes alcanzó a finales de 2022 los 29.500 millones y sumaron una cuantía total de 1,57 billones de euros.
El BCE ha explicado que la invasión de Rusia a Ucrania derivó en una mayor demanda de billetes en euros en febrero y marzo de 2022, ya que la población quería disponer de fondos suficientes en caso de posibles interrupciones en los sistemas de pago. No obstante, la demanda de billetes en euros se estabilizó a partir de abril de 2022.
Asimismo, las subidas de tipos acometidas por el BCE a partir del verano de 2022 provocaron que conservar efectivo fuera «más caro» en comparación con instrumentos financieros que devengan intereses. Como resultado, ha señalado el BCE, «una pequeña parte del los billetes de euro en circulación regresaron al Eurosistema», lo que tuvo un efecto a la baja en su circulación.
Por otro lado, el BCE considera que «probable» que el efectivo «siga siendo relevante como método de pago», ya que el 90% de las empresas seguirán usándolo en el futuro por su «seguridad y fiabilidad». Igualmente, el 90% de los consumidores se mostraron satisfechos con su uso, pues consideraron que era «bastante o muy fácil acceder a un cajero automático o a un banco».
En este sentido, la plataforma Denaria, asociación que aglutina los intereses conjuntos alrededor de la defensa del efectivo, considera que, a la luz de estos datos, «es evidente que el efectivo es apreciado por los ciudadanos europeos, resulta esencial en la vida de la UE y, una cuestión muy importante, continuará siendo así en el futuro».
Además, el BCE considera «notablemente bajos» los niveles de falsificación de billetes, con una detección de 13 billetes falsos por cada millón de ejemplares auténticos. Así, en 2022, se retiraron 376.000 billetes de euro falsos, lo que supuso un aumento del 8,4% respecto a 2021.
Sin embargo, el BCE ha señalado que, a pesar del incremento, el año pasado representó el segundo con menos billetes falsos en circulación desde la introducción del euro. El organismo emisor ha achacado este aumento a la recuperación de la actividad económica tras eliminarse la mayoría de restricciones relacionadas con el coronavirus.
En cuanto a los billetes, los de 20 y 50 euros siguieron siendo los más falsificados, con ambas denominaciones suponiendo algo menos de dos tercios del total identificados.