En el documento, los economistas Brand, Lisack y Mazelis explican que «las estimaciones del tipo de interés natural, o r*, muestran tendencias que son de importancia fundamental para la política monetaria, pero están sujetas a importantes salvedades», donde r* se define como el tipo de interés real que no es ni expansivo ni contractivo.».
Sin embargo, advierten que las medidas disponibles de r* están plagadas de desafíos de medición y especificación de modelos y son altamente inciertas, lo que refleja, en diferentes grados, la incertidumbre del modelo, los parámetros, los filtros y los datos en tiempo real. «Si bien las estimaciones de r* brindan información complementaria para las decisiones de política monetaria y ayudan a la comunicación sobre la orientación de la política monetaria, no pueden verse como un indicador mecánico de la política monetaria apropiada en cualquier momento».
Por ello, enfatizan que a la hora de aplicar la política monetaria, no queda otra alternativa que tomar decisiones basándose en un análisis exhaustivo de los datos y sus implicaciones macroeconómicas. «En la zona euro, en particular, el enfoque de esa evaluación se centra en tres aspectos: las perspectivas de inflación a la luz de los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la solidez de la transmisión de la política monetaria», aseveran.
Del mismo modo, indican que «las estimaciones de la tasa natural están además rodeadas de incertidumbres en los parámetros del modelo. Las estimaciones puntuales suelen mostrar un resultado que depende de una única estimación de los parámetros del modelo, normalmente el valor ‘más probable’. Sin embargo, los métodos econométricos utilizados para estimar los parámetros del modelo generan un conjunto completo de estimaciones alternativas plausibles»