El Banco Central Europeo ha elevado ligeramente los requisitos de capital a BBVA y Santander para el ejercicio 2023. El supervisor europeo ha publicado los resultados de su proceso de revisión y evaluación supervisora (SREP, por sus siglas en inglés) en el que determina los requerimientos del Pilar 2, que es un nivel de capital que establece para cada banco en función de sus riesgos.
En ese sentido, el BCE exigirá este año a BBVA un nivel del Pilar 2 del 1,71% del capital frente al 1,50% de 2022 (21 puntos básicos más). En el caso de Santander, el requisito pasa del 1,50% para el año pasado al 1,58% para este ejercicio (apenas 8 puntos básicos más). A pesar del alza, ambos se encuentran entre las 20 entidades europeas con mejor nota: Santander se ubica duodécimo en la clasificación y BBVA decimosexto.
Para el resto de entidades españolas supervisadas por el BCE, las ratios de capital exigidas se mantienen invariables respecto a 2022. Kutxabank se mantiene en el 1,20%, Bankinter en el 1,29%, CaixaBank en el 1,65%, Abanca se mantiene en el 2%, Ibercaja en el 2,15% y Sabadell en el 2,15% y a Cajamar el 2,5%. Igualmente, el supervisor exige a Unicaja un capital del 2,25% (en 2022 no aportó cifras). En la clasificación europea, destaca Kutxabank, que se sitúa como el tercer banco con mejor nota por parte del BCE, y Bankinter, que se ubica quinto.
El Pilar 2 es un requisito jurídicamente vinculante y su incumplimiento puede llevar al supervisor a imponer sanciones. El SREP es un ejercicio anual en el que el BCE examina los riesgos de los bancos y establecen requisitos de capital para cada entidad de forma individual (que se suma al capital mínimo exigido legalmente). Estas pruebas tienen en cuenta cuatro elementos principales: la viabilidad y sostenibilidad de los modelos de negocio, la idoneidad del gobierno interno y la gestión de riesgos, los riesgos para el capital y los riesgos para la liquidez y la financiación.
En general, para la banca europea, las puntuaciones del ejercicio se han mantenido inalteradas respecto al año pasado. El BCE detalla que la evaluación se llevó a cabo en un contexto de deterioro de la situación económica y de la dinámica de los mercados financieros tras la invasión rusa de Ucrania. En ese sentido, constata que a pesar del empeoramiento de las perspectivas a lo largo del año, la subida de los tipos de interés aumentó la rentabilidad y la generación de capital y las entidades mantuvieron posiciones de capital superiores a los requisitos del ejercicio anterior.
Por otro lado, el BCE ha validado la política de dividendos de la banca europea a cargo del ejercicio 2022. En los últimos meses, supervisor y entidades mantenían un pulso por la remuneración a los accionistas. Mientras la banca pretendía aprovechar los buenos resultado