Más allá de este hecho, el Banco Central Europeo (BCE) ha advertido de que la burbuja de la inteligencia artificial puede poner en riesgo la estabilidad financiera de la zona euro. Esta es una de las conclusiones del Informe de Estabilidad Financiera de noviembre del supervisor. En el documento, el BCE explica que la euforia de los inversores en EEUU por empresas que se van a ver beneficiadas por la inteligencia artificial puede hacer que se cree una burbuja con consecuencias en todo el mundo, especialmente en la zona euro.
Así, explica que desde mayo, el mercado de renta variable de Estados Unidos ha superado con creces al de la zona del euro, en parte debido a sorpresas macroeconómicas más positivas. Esto ha hecho que las valoraciones de las empresas estadounidense hayan aumentado en 2023, sobre todo en el sector tecnológico, a pesar de la subida de tipos, . Y es aquí donde llega el primer toque de atención, ya que las acciones de estas empresas se consideran activos de larga duración, por lo que sus precios deberían ser especialmente sensibles a los tipos de interés altos.
Entonces, ¿por qué están subiendo tanto? El BCE lo deja claro en su informe de estabilidad financiera: “Los avances en la adopción de la inteligencia artificial (IA) han impulsado al alza las valoraciones de las acciones gracias al optimismo de los inversores sobre los beneficios futuros de las empresas que se considera que pueden beneficiarse de estas nuevas tecnologías”.
Esta sobrevaloración, continúan en el informe, podría repercutir en los mercados financieros de la zona euro, ya que apuntan a una posible sobrevaloración o “incluso a una burbuja de precios de los activos relacionada con la IA”. Esta sobrevaloración no está ocurriendo en la zona euro, debido, principalmente, a la proporción mucho menor de empresas tecnológicas. Por ello, los riesgos para la estabilidad financiera de la zona del euro están relacionados principalmente con los efectos de contagio procedentes de Estados Unidos.
Tal y como señalan desde el BCE, aparte de los vínculos con la economía real, estas fuertes correlaciones también podrían deberse al nivel de similitud entre las carteras de los inversores mundiales, que podría haber aumentado en parte debido a la digitalización de los servicios financieros y a la creciente proporción de inversión pasiva. Por tanto, una corrección desordenada en el mercado de renta variable estadounidense podría afectar a las entidades de la zona del euro a través de grandes exposiciones directas, que ascendían a 2,6 billones de euros en el segundo trimestre de 2023 y a través de la transmisión del sentimiento negativo a los mercados de la zona del euro.
Ante todo este riesgo, el BCE justifica una evaluación exhaustiva de la estabilidad financiera. De hecho, “la preocupación por una posible burbuja del precio de los activos relacionada con la IA ha suscitado comparaciones con la burbuja de las puntocom”. Hay que matizar que la investigación indica que el crack de las puntocom no tuvo consecuencias macroeconómicas más amplias. Sin embargo, las empresas en torno a las cuales surgen hoy preocupaciones de tipo burbuja son sustancialmente mayores en tamaño. Al mismo tiempo, la distribución de los parámetros más comunes de valoración de las acciones era mucho más extrema en el punto álgido de la burbuja de las puntocom que en la actualidad.
“Se justifica una vigilancia continua, ya que el riesgo sistémico se acumula cuando las valoraciones siguen aumentando”, señalan. Dado que las burbujas alimentadas por el crédito suelen considerarse más perjudiciales para la estabilidad financiera, “es crucial evaluar cómo las diversas formas de apalancamiento y el riesgo asociado de espirales de iliquidez podrían afectar a las instituciones financieras y a los mercados financieros en general”.
En el informe, el BCE explica que la adopción generalizada de la IA ofrece muchas ventajas, pero también puede introducir nuevos riesgos para el funcionamiento del mercado. Los participantes en el mercado de la zona del euro utilizan cada vez más la IA en las estrategias de inversión, la gestión del riesgo, el cumplimiento, el análisis de datos y los procesos post-negociación. Sin embargo, al supervisor le preocupa el posible uso “manipulador” de la IA, como la capacidad de influir en el sentimiento del mercado a través de las redes sociales. De hecho, matizan en el informe que la relevancia de las redes sociales como transmisor de riesgos se puso de relieve en marzo de 2023, cuando la actividad en las redes “probablemente aceleró la quiebra del Silicon Valley Bank”. Además, el BCE concluye que la proliferación de modelos de IA similares en la gestión de carteras “podría agrandar el comportamiento comunitario y aumentar la prociclicidad del mercado”.