Según ha explicado el BCE, la decisión del Consejo de Gobierno «se basa en su evaluación actualizada de las perspectivas de inflación, la dinámica de la inflación subyacente y la solidez de la transmisión de la política monetaria». Aunque el organismo presidido por Lagarde asegura que «el proceso de desinflación está bien encaminado» y se prevé que vuelva a la meta de medio plazo del 2% en el transcurso de este año, reconoce que «la inflación interna sigue siendo alta».
«Sobre todo porque los salarios y los precios en ciertos sectores todavía se están ajustando al aumento inflacionario del pasado con un retraso sustancial. Pero el crecimiento de los salarios se está moderando como se esperaba y las ganancias están amortiguando parcialmente el impacto sobre la inflación», ha señalado. Además, ha reiterado que el Consejo de Gobierno está decidido a garantizar que la inflación se estabilice de manera sostenible en su objetivo del 2%. Para ello, ha insistido en que adoptará un enfoque basado en los datos y en cada reunión.
«Las decisiones del Consejo de Gobierno sobre los tipos de interés se basarán en su evaluación de las perspectivas de inflación a la luz de los datos económicos y financieros que se publiquen, la dinámica de la inflación subyacente y la solidez de la transmisión de la política monetaria», con lo que no se compromete de antemano con una trayectoria de tipos concreta.Tras este recorte, que se suma a los aprobados en junio, septiembre, octubre y diciembre del año pasado, los tipos de interés de la facilidad de depósito, las operaciones principales de financiación y la facilidad marginal de crédito se reducirán al 2,75%, el 2,90% y el 3,15%, respectivamente, con efecto a partir del 5 de febrero.