El dinamismo reciente del mercado laboral y su impacto sobre el consumo de los trabajadores, elaborado por Martínez- Carrascal, del departamento de Análisis de la Situación Económica y publicado en el Boletín Económico del Banco de España, destaca cómo la fortaleza del mercado laboral y el aumento del peso de la contratación indefinida han favorecido la disminución de la probabilidad de perder el empleo percibida por los trabajadores, lo que reduce el ahorro por motivo de precaución y eleva los niveles de gasto de los hogares. La incertidumbre acerca de las rentas laborales futuras afecta con especial intensidad al gasto en bienes duraderos y, en menor medida, al destinado a otras partidas de gasto no esencial.
Los hogares cuyo gasto en bienes duraderos responde con más intensidad ante cambios en la incertidumbre sobre los ingresos laborales futuros son aquellos que no disponen de un colchón mínimo de activos líquidos con el que hacer frente a una caída de dichos ingresos. Esto se observa más frecuentemente en las familias de rentas bajas y en los jóvenes
El análisis de la experta del Banco de España muestra cómo la reducción de 3 puntos observada desde principios de 2022 en la probabilidad media de perder el empleo percibida por los trabajadores ha contribuido a contener el ahorro por motivos de precaución, y a elevar la ratio media de consumo sobre renta de sus hogares en 0,12 puntos, «contrarrestando parcialmente el impacto negativo que otros factores (en particular, el repunte de los costes de financiación y la elevación del nivel de precios) han tenido sobre el gasto de las familias·. «Ello implica, si se asume estabilidad en la renta y ausencia de otros cambios en el resto de los determinantes del gasto, un aumento del consumo de 0,2 puntos. Más del 40% de este incremento se habría concentrado en el gasto en bienes duraderos, que sería 0,7 puntos más elevado gracias a la reducción de la incertidumbre laboral percibida», recalca el análisis del Banco de España.
Ese impacto ha sido «especialmente intenso entre los hogares de rentas medias y bajas y aquellos en los que la persona de referencia es joven, en los que no solo el gasto en bienes duraderos responde más intensamente ante cambios en la incertidumbre laboral, sino que, además, en ellos esta incertidumbre se ha reducido de forma más acentuada».