Solo durante el mes de junio el volumen de nuevas operaciones se ha elevado hasta los 3.145 millones de euros, lo que supone un 8,8% más en términos interanual, y empuja al saldo vivo a tocar un nuevo máximo con 101.625 millones, según los datos publicados por el Banco de España (BdE). Para encontrar un nivel similar hay que remontarse a enero de 2009 en plena crisis por el estallido de la burbuja inmobiliaria. La nueva marca ha tenido lugar en plena rebaja en los tipos de interés, ya que durante el sexto mes de ejercicio se han financiado a una tasa TEDR media, igual a la Tasa Anual Equivalente, pero sin incluir comisiones del 7,66%, mínimos del ejercicio. Coinciden así con el recorte de 25 puntos básicos efectuado por el Banco Central Europeo, situando el precio de referencia del dinero en el 4,25%. Este tipo de operaciones, diseñadas para costear importes que abarcan entre los 200 y los 75.000 euros, se caracterizan por su mayor accesibilidad frente a otros préstamos, por lo que las financieras se blindan con mayores intereses.
El crédito al consumo consolida la evolución registrada desde el arranque del ejercicio y completa un semestre de crecimiento. Entre enero y junio se han concedido un total de 18.000 millones, 13% más en contraste con los 15.829 millones cosechados en la primera mitad de 2023. Cabe destacar que el ejercicio pasado fue un año de recuperación para este segmento tras romper la barrera de los 30.000 millones, algo que no sucedía en cuatro años, pese a que todavía no ha logrado romper la barrera preCovid. En el conjunto de 2019 se financiaron bienes y servicios por más de 36.000 millones. La diferencia con respecto a ese momento es que los intereses eran inferiores y se movían en una banda del 6,6%. El pico más elevado se contabilizó el pasado enero, cuando superó el 8%, techo desde el que se ha suavizado ligeramente. Lo mismo ha ocurrido en el mercado hipotecario, que ya nota los efectos de la guerra comercial librada entre la banca. El abaratamiento de los tipos hasta cotas de hace año y medio ha animado la demanda, que ya crece a una velocidad interanual del 10%.
Fuentes del Gobierno ven la rebaja de los tipos como un factor positivo que contribuirá a aliviar la carga de las familias para seguir apuntalando al consumo, un factor determinante a medio plazo para mantener el crecimiento económico. De hecho, ha tenido una gran relevancia en el avance del 0,8% del PIB del segundo trimestre. Aunque el incremento de la inflación continúa en la senda de moderación, aún se encuentra por encima del 2%, lo que ha empujado a muchos hogares a hacer uso de este recurso para adquirir bienes y servicios duraderos. Si bien el BdE no desglosa por finalidad, estudios como el VI Barómetro de préstamos al consumo arroja una caída de la financiación a plazos por necesidad, mientras crece el destinado a sufragar vacaciones. La tendencia cada vez mayor a viajar a destinos más remotos y, por tanto, de mayor coste, lleva a los consumidores a financiar parte, sobre todo, vuelos o la totalidad del mismo. Por el contrario, la organización detecta una menor predisposición por razones de necesidad, que representan algo más del 24,5%, en contraste con el 12,2% de los otros. Desde la propia asociación ven el retroceso como una buena noticia, al ser esta tipología de créditos normalmente más arriesgada para los consumidores, pues una vez agotado el montante recibido puede desembocar en una deuda mayor. Esto no quita que figuren como el principal motivo de las peticiones, muy por encima de la refinanciación de deudas (16,6%), la compra de un vehículo (14,8%), el pago de los estudios (13,6%) o la financiación de obras y reformas (10%).