Al menos eso señala el informe de la situación financiera de los hogares y las empresas del primer semestre de 2024 publicado por el Banco de España. Como señala, la ratio de endeudamiento de los hogares se redujo hasta el 72% de la renta bruta disponible en el primer trimestre, nivel que no se observaba desde finales de 2001 y 14 puntos porcentuales por debajo de la del promedio de la zona del euro. En ambas áreas, el desendeudamiento ha sido más intenso en los préstamos para adquisición de vivienda.
El organismo explica que la reducción de la ratio de endeudamiento en España de los dos últimos años refleja fundamentalmente la pérdida de valor real de la deuda como consecuencia de la inflación, pero desde finales de 2022 también la mejora de la renta real y la contracción del saldo de crédito.
Desde una perspectiva temporal más amplia, el desendeudamiento de los hogares españoles recoge asimismo el menor acceso a la vivienda en propiedad de los hogares jóvenes en comparación con las cohortes anteriores.
Por su parte, las nuevas operaciones de crédito para adquisición de vivienda en España se han seguido recuperando en los primeros meses de 2024 en un entorno de fuerte crecimiento de las rentas laborales y del empleo y en el que las condiciones de financiación han comenzado a mostrar ligeros signos de relajación. Al mismo tiempo, los hogares españoles han continuado amortizando préstamos por importes relativamente elevados, en un contexto de altos tipos de interés, comportamiento que no se observa en el área del euro, donde el stock de hipotecas a tipo variable es menor que en nuestro país.
Como resultado, el saldo de hipotecas ha seguido contrayéndose en España, pero a un ritmo cada vez menor (1,7 % interanual en mayo), mientras que en la Unión Económica y Monetaria (UEM) crece de forma muy moderada.