Todo ello se recoge en el ultimo boletín del BdE.. En el articulo de referencia, destaca la fuerte recuperación de las ramas ligadas al sector turístico (hostelería y transporte, que habían registrado caídas en los dos trimestres anteriores) y la prolongación del comportamiento favorable de los servicios de información y comunicaciones (rama que encadena nueve meses consecutivos de subidas).
En el extremo opuesto, la peor evolución de la facturación se observa en la agricultura, el comercio y las actividades administrativas (que venían mostrando ya un tono negativo en trimestres anteriores). En la industria, la actividad empresarial se habría mantenido prácticamente sin cambios, prolongando el estancamiento de las ventas observado en los últimos trimestres.
El comportamiento del empleo en el trimestre en curso ha mostrado un elevado dinamismo, en línea con la fuerte recuperación de la ocupación que las empresas esperaban hace tres meses. Por ramas de actividad, la mejora del empleo fue bastante generalizada, con una acusada mejora experimentada en algunas ramas de servicios (como información y comunicación, actividades profesionales, científicas y técnicas, y hostelería), en contraste con los retrocesos observados en la agricultura. La proporción de empresas que indican que la ocupación ha aumentado es del 21,3%, casi 7 puntos más que en el trimestre anterior.
Para el tercer trimestre de 2023, las perspectivas también son favorables, ya que la ocupación seguirá creciendo, aunque a un ritmo ligeramente inferior. Si se toma como referencia el inicio de la crisis del COVID-19, las empresas han superado por vez primera el nivel de facturación de finales de 2019 en el segundo trimestre de este año, en un 0,6%. En el caso del empleo, la diferencia es levemente superior.
La Encuesta muestra una ligera mejora de la actividad inversora en el segundo trimestre del año: un 16,3% de las empresas aumentaron su inversión, frente al 13,2% del trimestre previo. Por ramas de actividad, el mejor comportamiento de la inversión se concentró en los servicios de información y comunicaciones y de transporte, así como en la industria. En la agricultura, la hostelería y la construcción la evolución fue negativa, al igual que en el trimestre anterior.
La mayor parte de las empresas apuntan al impacto negativo de la elevada incertidumbre sobre las condiciones económicas. Este porcentaje es algo mayor en la industria (51%) que en los servicios (46%).
El segundo factor con efectos negativos sobre la inversión es la disponibilidad de mano de obra, lo que afecta ligeramente más a los servicios (26%) que a la industria (24%).
La situación de la demanda estaría afectando más negativamente a las decisiones de mnversión de la industria (20%) que a los servicios (11%). Las condiciones financieras y el acceso a la financiación externa están teniendo, por ahora, un efecto más limitado y sin diferencias apreciables entre sectores.
También destaca la continuación del proceso de disminución de las presiones inflacionistas iniciado a finales del año pasado. De esta forma, el indicador de aumento de costes de las empresas se situó en su nivel más bajo desde la encuesta del segundo trimestre de 2021. Aunque un 49,6% de las empresas manifiestan
seguir experimentando un aumento adicional de los precios de sus consumos intermedios en el segundo trimestre del año, esta proporción es 22,1 puntos inferior a la del trimestre pasado. Las empresas anticipan una ligerísima relajación adicional de las presiones de costes en el tercer trimestre.
En el segundo trimestre un 25,4% de las empresas afirman haber subido sus precios, lo que supone un descenso de 18,4 puntos con respecto al trimestre anterior. En cuanto a las perspectivas para el tercer trimestre, se observa una estabilización de las presiones inflacionistas relacionadas con los precios de venta. Cuando se pregunta a las empresas por sus perspectivas a un año vista, manifiestan que la presión de costes de los inputs siga siendo elevada, pero menor de lo previsto hace tres meses para el mismo horizonte temporal, sobre todo en el sector industrial. El 54,4% esperan que, dentro de un año, sus costes sean superiores a los actuales (15,2 puntos menos que en la anterior edición ), pero ese porcentaje se reduce hasta el 47,4% en la industria. Se detecta una moderación en las expectativas de aumentos de precios de venta. El porcentaje de empresas que esperan encarecer sus productos en los próximos 12 meses se reduce hasta el 48,7%, 7 puntos menos que hace tres
meses.
En el caso de los costes laborales, las previsiones de incremento a un año vista también han descendido ligeramente respecto al trimestre pasado, si bien se mantienen en niveles más elevados que los precios. El 67% de las empresas esperan, en la actualidad, que se produzcan crecimientos de esta variable, unos 7 puntos menos que en el primer trimestre. La Encuesta del Banco de España refleja un notable retroceso del porcentaje de empresas afectadas negativamente por el aumento del coste de los inputs energéticos. El porcentaje de empresas que declaran un impacto negativo del encarecimiento de los insumos energéticos desciende hasta el 56%, 21 puntos menos que hace tres meses.
La escasez de demanda experimenta también un retroceso de su incidencia como factor limitativo de la facturación. Solo un 16% de las compañías declaran que este factor está afectando negativamente a su actividad, casi 5 puntos menos que hace tres meses. Sin embargo, este factor está impactando de manera más negativa en algunos sectores, en particular en la industria y la agricultura, mientras que en el sector servicios las condiciones de demanda están siendo más favorables. Estas diferencias pueden contribuir a explicar la evolución de los precios de venta a corto plazo desde el punto de vista sectorial, ya que en aquellas ramas donde las empresas declaran una menor escasez de la demanda se observan mayores expectativas de aumentos de precios en el tercer trimestre. La incidencia negativa de las dificultades para recibir suministros de los proveedores habituales continúa retrocediendo en el segundo trimestre. Es mencionado como un factor adverso por el 15% de las empresas, porcentaje inferior en 9 puntos al del trimestre anterior, que además es el más reducido desde finales de 2021. Esta disminución ha sido mayor en la industria, el comercio y la hostelería.
Por el contrario, se mantienen los problemas de disponibilidad de mano de obra, percepción que comparten el 34% de las empresas, porcentaje similar al del trimestre pasado. Estas dificultades continúan siendo especialmente pronunciadas en la agricultura, la hostelería y la construcción, donde casi el 50% de las empresas declaran estar negativamente afectadas. Esta heterogeneidad sectorial es relevante a la hora de entender las diferencias en las expectativas de inversión a corto plazo (es decir, para el siguiente trimestre), ya que las ramas que exhiben mayores problemas para encontrar mano de obra tienden a ser aquellas que declaran una menor actividad inversora.