En efecto, las empresas españolas prevén un descenso de su facturación en el tercer trimestre del año, en un contexto en el que su actividad se está viendo condicionada por la incertidumbre sobre la política económica, por los problemas de disponibilidad de mano de obra y por el aumento de los costes energéticos. Sin embargo, otros factores como el acceso a la financiación y el aumento de los gastos financieros les han afectado menos, coincidiendo con el periodo de relajación de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE).
Son algunas de las conclusiones de la última edición de la Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial (EBAE), relativa al tercer trimestre. La entidad elabora este sondeo trimestral a partir de una muestra de las empresas no financieras españolas en el que se les pregunta sobre la evolución de su actividad en el trimestre en curso y sobre las perspectivas a corto plazo. Se incluyen aspectos como la facturación, el empleo, la inversión empresarial y los precios pagados y cobrados por las empresas colaboradoras.
Entre el segundo y el tercer trimestre de 2024 se ha disparado nueve puntos el porcentaje de empresas encuestadas cuyas ventas han descendido (hasta el 29,4%). A la vez, cae siete puntos el nivel de empresas que observan un aumento de su ingresos (25,4%). No obstante, las perspectivas de los encuestados de cara al último trimestre del año se mantienen positivas y apuntan a una recuperación de la facturación empresarial.
Por ramas de actividad, la evolución de la facturación empresarial ofrece diferencias notables. Entre los sectores que perciben un mayor alza de las ventas este trimestre destacan algunas ramas de servicios, como la hostelería, las actividades administrativas y el transporte. Por el contrario, la agricultura y el comercio, que encadenan diez y once trimestres consecutivos de retrocesos, respectivamente, continúan exhibiendo un comportamiento desfavorable.
En lo que respecta al empleo, las empresas encuestadas también apuntan a un retroceso tras el avance del trimestre previo. La proporción de sociedades que indican que ha aumentado su nivel de empleo se reduce tres puntos hasta el 15,5%. Con todo, las perspectivas son más optimistas de cara al final del año y apuntan a un avance de la ocupación. El indicador de empleo mejora en hostelería, transporte, ocio y actividades administrativas y empeora en agricultura -donde acumula ya nueve trimestres a la baja- y en servicios inmobiliarios.
Entre los retos o dificultades que observan las empresas, y que también les han afectado en trimestres anteriores, se han agravado las asociadas a la disponibilidad de mano de obra, que afectan al 42,8% de las sociedades, casi 2 puntos más que entre abril y junio. Los sectores más afectados siguen siendo la hostelería y la construcción, donde un 64% y un 56% de las empresas declaran verse afectadas, respectivamente.
«Estas diferencias pueden contribuir a explicar la evolución de los costes laborales desde el punto de vista sectorial, ya que las ramas en las que se observa una mayor incidencia de los problemas de mano de obra tienden a coincidir con las que anticipan mayores incrementos de sus costes laborales a un año vista», apunta el Banco de España.
Otro de los mayores condicionantes de la actividad empresarial está siendo el coste de la energía, que sigue afectando negativamente al 42% de las compañías encuestadas, 2 puntos más que hace tres meses. Pese a mantenerse como el tercer gran factor de incertidumbre para su actividad, las dudas entorno a la política económica afectan de forma negativa a un 47% de las empresas, por lo que se mantiene como el principal factor condicionante de la actividad. «La incidencia de este factor (dudas sobre la política económica) es bastante generalizada por ramas de actividad, siendo las ramas de agricultura, industria y comercio las que señalan una mayor afectación (62%, 57% y 55%, respectivamente), en contraste con el menor porcentaje de compañías afectadas en otras ramas de servicios», explica la entidad. Por el lado de la demanda, un 18,3% de las compañías declaran que la menor actividad en este sentido les está afectando negativamente. Son 4,4 puntos más que en el trimestre previo.
En un contexto de rebaja de los tipos de interés por parte del BCE (la entidad aplicó su segundo recorte en lo que va de año la pasada semana) se ha reducido en 4,5 puntos el porcentaje de empresas que manifiestan un impacto negativo derivado de problemas de acceso a la financiación. Con todo, ese porcentaje sigue siendo superior al que se registraba antes de que se iniciase el ciclo de subidas de los tipos en el verano de 2022. Muy condicionados también por esto último están los costes a los que tienen que hacer frente los empresarios. A un año vista, las empresas encuestadas anticipan un ligero descenso de las presiones inflacionistas, aunque con diferencias entre sectores. Un 59,8% de las sociedades esperan que, dentro de un año, sus costes sean superiores a los actuales.
En este trimestre, el Banco de España realizó sus encuestas entre el 26 de agosto y el 9 de septiembre. Se remitió vía telemática a cerca de 15.000 sociedades, de las que más del 30% son colaboradoras habituales de la Central de Balances. El grado de participación de las empresas fue elevado, con un total de algo más de 6.200 encuestas válidas recibidas, lo que supone una tasa de respuesta del 41,2%.