Así, el nuevo Consejo de Gobierno presenta una aplastante mayoría de profesionales afines a la izquierda. Ninguna tendencia ideológica acumuló hasta ahora una representación tan amplia en el banco emisor. Son un total de ocho nombres –si se incluye a Escrivá y a la subgobernadora Soledad Núñez– cercanos a los socialistas sobre un total de diez. A ellos debe sumarse Jordi Pons, designado por ERC para cubrir la cuota catalana y Fernando Fernández, el único nombrado a propuesta del PP.
Como se sabe, el Consejo de Gobierno del Banco de España aprueba las directrices generales de funcionamiento del Banco. Liderado por Escrivá y Núñez, este órgano rector cuenta con seis miembros con mandato de similar duración (seis años), además de los responsables del Tesoro –Paula Conthe– y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores –Montserrat Martínez– que designa el Gobierno y ocupan el cargo durante la legislatura.
En manos del próximo Ejecutivo estará la oportunidad de modificar o dar continuidad a la composición del Consejo. De momento, la renovación de la cúpula que ha realizado Escriva se ha decantado hacia el ala socialista con la entrada de Soledad Núñez, exdirectora del Tesoro con Rodríguez Zapatero, y Lucía Rodríguez, que proviene de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), donde trabajó ya bajo la presidencia del propio Escrivá. En esta oleada también se ha incorporado Jordi Pons cerebro económico del proces.
Núñez, Rodríguez y Pons formarán parte del Consejo junto al asiento permanente de Judith Arnal, exjefa de gabinete de la exvicepresidenta del Gobierno, Calviño, en su etapa como ministra de Economía. Otros nombres provienen también de la etapa de Calviño. Servén fue nombrado por la ahora presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI) en 2021 y ocupará su cargo, al menos, hasta 2027. Manera, ex consejero de Economía en Baleares, fue elegido en 2020. El economista Fernando Fernández es el único representante elegido por el PP y llegó al cargo en 2023.
Las competencias del Consejo pasan por debatir las cuestiones relativas a la política monetaria y supervisar la contribución del Banco a la instrumentación de la política monetaria del Sistema Europeo de Bancos Centrales; aprobar las circulares del Banco de España; imponer las sanciones cuya adopción sean de su competencia; o adoptar los acuerdos precisos para el desempeño de las funciones encomendadas al Banco de España que no sean competencias exclusivas de la Comisión Ejecutiva. Una de las premisas de Escrivá al llegar ha sido dar continuidad a su política de nombramientos en términos de equidad entre ambos géneros, según explicaron desde la entidad tras las diferencias surgidas en algunos nombramientos. Lucía Rodríguez entró como consejera de la institución en sustitución de la nueva subgobernadora, que también releva a una mujer. Paloma Marín, por su parte, se incorpora a la alta dirección como encargada de un área de nueva creación, tendrá voz pero no voto en la Comisión Ejecutiva del supervisor. En ese mismo departamento le acompaña Inés Calderón, que trabaja junto a Escrivá desde su etapa de ministro en dos carteras.