El informe critica «medidas que discriminan a los activos y a los mercados españoles frente a otros competidores, favoreciendo arbitrajes regulatorios y fiscales que en un entorno de armonización europea tienen todavía menos sentido». La consecuencia es «la pérdida de interés del capital nacional e internacional en nuestros activos financieros estratégicos (nuestras empresas), la escasa o nula presencia de los mercados de capitales españoles en productos financieros de gran demanda, o la ausencia de fórmulas de inversión alternativos», insiste el Libro Blanco.
BME decidió elaborar este Libro Blanco para analizar el estado actual de los mercados financieros españoles como pilar de la economía y las posibles medidas que podrían impulsar su competitividad. «Se trata de un análisis de un proyecto a largo plazo desde la convicción de que los mercados financieros contribuyen a la financiación y solidez del tejido empresarial, al tiempo que permiten financiar la transición hacia una economía sostenible», explica.
El Libro Blanco concluye que el mercado de capitales español precisa de un esfuerzo conjunto para mejorar su competitividad. Se ha detectado un déficit de tamaño de las empresas, y también que el régimen regulatorio y fiscal español vigente sitúa a su mercado de capitales en desventaja frente al de otros países en un entorno de competencia global.
BME propone en su Libro Blanco medidas y acciones concretas cuya aplicación permitiría posicionar a los mercados de capitales españoles en el nivel de competitividad, presencia y atractivo que le corresponde a escala europea e internacional según el verdadero peso económico de España.
Las 56 medidas propuestas se dividen en cuatro grandes bloques:
• Fomentar la incorporación de las empresas a los mercados de valores españoles, con medidas como:
• Simplificar y agilizar el proceso de admisión a cotización.
• Mantener la aplicación de incentivos fiscales de la ley de startups cuando las empresas empiecen a negociar en sistemas multilaterales de negociación como BME Growth.
• Eliminar la obligación de pasar del sistema multilateral de negociación al mercado principal al alcanzar un umbral de capitalización.
• Agilizar los procesos de autorización de productos en los mercados y las cámaras de compensación de derivados.
• Implementar en la normativa del Impuesto sobre Sociedades español las medidas que recoge la propuesta de Directiva DEBRA.
• Potenciar la canalización de la inversión hacia las empresas, con medidas como:
• Desarrollar fórmulas para incentivar la participación de inversores minoristas en mercados de valores españoles.
• Flexibilizar y fomentar la inversión en pymes españolas cotizadas a través de vehículos de inversión colectiva.
• Modificar el régimen de comercialización de las instituciones de inversión colectiva de inversión libre para fomentar su uso como producto de inversión alternativa para el ahorro privado.
• Incentivar la salida a Bolsa como vía de desinversión para las participadas de entidades de capital riesgo y venture capital.
• Aplicar la exención a no residentes sobre los dividendos percibidos por fondos UCITS a los FIAs comunitarios, y los valores negociados en SMN
• Atraer la circulación de ahorro e inversión en mercados nacionales evitando su deslocalización, con medidas como:
• Eliminar el Impuesto a las Transacciones Financieras en España.
• Desarrollar una estrategia de comunicación para conseguir un aumento real en los volúmenes de emisión de renta fija de las grandes empresas españolas.
• Ampliar la exención de tributación en el Impuesto sobre la Renta de No Residentes a ganancias de capital obtenidas en valores cotizados en mercados para pymes en crecimiento (BME Growth).
• Mejorar y ampliar el acceso de los inversores minoristas al mercado primario (de emisión) y secundario (de negociación) de Deuda Pública
• Modificar la regulación relativa a los ETF.
Favorecer el desarrollo efectivo de nuevos ecosistemas regulados de inversión y financiación, con medidas como:
• Agilizar la creación de estructuras para aprovechar el régimen simplificado de MiCA.
• Establecer un régimen fiscal incentivador para actividades de activos digitales.
• Diseñar un Plan nacional de Educación Financiera orientado a mejorar la diversificación de la estructura de ahorro e inversión de las familias españolas y converger con Europa. Adaptar la regulación y fiscalidad para la creación de un producto de inversión individual en forma de cuenta o fondo “paraguas” que permita traspasos entre activos elegibles.
• Promover la creación de una Mesa nacional de seguimiento y mejora continua de la competitividad de los mercados de capitales españoles.
El Libro Blanco quiere «poner al mercado español en el mismo territorio competitivo que tenemos a nuestro alrededor, que un inversor o un emisor español se encuentre en una situación similar a la que se encuentra en países de nuestro entorno».