El organismo británico considera que «los indicadores clave de la persistencia de la inflación siguen siendo elevados».»La postura restrictiva de la política monetaria está pesando sobre la actividad de la economía real, está dando lugar a un mercado laboral más flexible y está ejerciendo presión sobre las presiones inflacionarias. No obstante, los indicadores clave de la persistencia de la inflación siguen siendo elevados».
Aunque, no obstante, reconoce que la inflación general ha seguido cayendo de manera relativamente pronunciada, en parte debido a los efectos de base y los efectos externos de los precios de la energía y los bienes. Y prevén que la inflación caiga ligeramente por debajo del objetivo del 2% en el segundo trimestre de 2024, antes de aumentar nuevamente en el tercer y cuarto trimestre.
Entre los miembros que votaron a favor de mantener los tipos de interés en su nivel actual, el organismo explica que, en esta reunión, hubo diversas opiniones sobre hasta qué punto habían disminuido los riesgos de presiones inflacionarias persistentes. Para ellos, se necesitaría una mayor acumulación de evidencia sobre la persistencia de la inflación para justificar un cambio en la postura de la política monetaria. Además, difieren en cuanto al grado de evidencia que probablemente se necesitaría.
Mientras, en cuanto al miembro prefirió una reducción de 0,25 puntos porcentuales (Swati Dhingra), expuso que esperar más tranquilidad antes de reducir la tasa bancaria pesaría aún más sobre los niveles de vida y la capacidad de oferta. Cree que la tasa bancaria necesitaba ser menos restrictiva ahora para permitir una transición fluida en la postura política y tener en cuenta los retrasos en la transmisión.
El BoE ha reiterado que la política monetaria deberá seguir siendo restrictiva durante el tiempo suficiente para que la inflación vuelva al objetivo del 2% de manera sostenible en el medio plazo, en consonancia con el mandato del Comité de Política Monetaria (MPC), que «seguirá vigilando de cerca los indicios de presiones inflacionarias persistentes y de resiliencia en la economía en su conjunto, incluida una serie de medidas de la rigidez subyacente de las condiciones del mercado laboral, el crecimiento de los salarios y la inflación de los precios de los servicios».