En su último informe semanal sobre el mercado energético, desde el banco de inversión destacan que el reciente aumento de los márgenes de refino está contribuyendo a la subida de los precios del petróleo Brent, junto con los fuertes recortes de producción de Arabia Saudí y Rusia. «Con el compromiso de la OPEP+ de frenar la oferta de petróleo hasta finales de año y el estímulo de China a punto de ampliarse en el cuatro trimestre de 2023, esperamos que las existencias mundiales de petróleo disminuyan en 70 millones de barriles en los próximos 3 meses», señala Francisco Blanch, responsable global de materias primas y derivados del servicio de estudios de BofA.
Por ello, indica que prevén que el Brent alcance una media de 91 dólares por barril en el segundo semestre de 2023, frente a los 81 dólares anteriores. Aún así, desde la entidad mantienen su previsión de 90 dólares para 2024, ya que la oferta de petróleo no procedente de la OPEP aumentará en 1,2 millones de barriles diarios impulsada por Guyana, Canadá, el esquisto estadounidense y Brasil. «Además, si las sanciones contra Venezuela e Irán se suavizan aún más, la oferta podría aumentar en 450.000 b/d en 2024. Los volúmenes incrementales podrían ayudar a frenar una nueva subida de los precios del petróleo, si la política de la OPEP+ y la geopolítica mundial lo permiten», agrega Blanch.
Desde BofA también explican que, hasta el momento, Rusia y Arabia Saudita han mostrado una fuerte alineación a la hora de proporcionar apoyo al mercado del petróleo entre 80 y 100 dólares el Brent. Sin embargo, el cálculo político podría empezar a cambiar por encima de los 100 dólares por barril. «Ante la proximidad de las elecciones presidenciales en EEUU, la dinámica interna de la OPEP+ podría marcar una gran diferencia en el resultado del precio del petróleo el próximo año», reflexiona el analista de la entidad.
En este sentido, desde el banco apuntan, por un lado, a que otro repunte de los precios de la energía podría reavivar los temores inflacionistas en todo el mundo, la subida de los tipos de interés y, en última instancia, las turbulencias financieras. Y, por otro, a que la caída de los precios del petróleo puede ser limitada.
Los estrategas de BofA, del mismo modo, consideran que el crecimiento de la demanda mundial de petróleo puede desacelerarse a 1,1 millones de barriles diarios el próximo año desde 2 millones de b/d este año, con Asia a la cabeza a medida que la OCDE se contrae. Sin embargo, advierte que la geopolítica podría seguir siendo un verdadero desafío, sobre todo, porque Rusia puede intentar maximizar el precio del petróleo sobre el volumen, creando importantes riesgos al alza para los precios del petróleo en 2024.