«En los últimos cuatro años, de las solicitudes de acceso a la red que hemos recibido, solo hemos podido aceptar el 40% y hoy día más del 80% de la red está colapsada y muchas provincias de España no tienen capacidad de nueva conexión», ha denunciado Bogas. «Esto, evidentemente, limita el desarrollo industrial y frena proyectos estratégicos que podrían posicionar a España como un líder energético en Europa».
Para el CEO de Endesa es imprescindible tener capacidad para atraer más inversiones. «Debemos tener un marco retributivo que atraiga inversiones. La tasa de retribución actual de las inversiones en las redes de distribución eléctrica y la propuesta de nueva metodología de retribución de dicha actividad no reflejan ni el riesgo de esta actividad ni la ambición que exige esta transformación. Necesitamos un modelo más alienado con el resto de los países que permita atraer capital y talento para reforzar nuestras infraestructuras», ha señalado.
«De las solicitudes de acceso a la red que hemos recibido, solo hemos podido aceptar el 40%» Hay que tener en cuenta que España parte con ventaja con respecto a ciertos factores naturales como el sol, el viento y sus precios competitivos, que convierten al país en un destino atractivo para la industria, «pero necesitamos adaptar nuestra red, nuestra regulación y nuestra visión para convertir esa oportunidad en una realidad», ha sentenciado el CEO de Endesa.
La transformación energética que viene España viene de la mano de nuevos desafíos estructurales, sobre todo, si se tiene en cuenta que se está viviendo un cambio de modelo y se está pasando de uno basado en grandes centrales a otro de una generación renovable distribuida, especialmente concentrada en el sur del país. «Esto exige una planificación más flexible y una red capaz de adaptarse a las nuevas dinámicas territoriales y de consumo», ha apuntado Bogas. Otro desequilibrio sobre el que ha querido poner el foco Bogas es el de generación y demanda. «En estos últimos cinco años, la demanda ha caído unos 8 teravatios hora si tenemos en cuenta el incremento que ha habido en el autoconsumo y se ha incrementado la generación. Esto se ha corregido dentro de las posibilidad con un mayor consumo de bombeo y con una mayor exportación. No obstante, se han empezado a ver los primeros síntomas de energías que no se es capaz de integrar en la red, fundamentalmente energía solar, pero que incipientemente estamos viendo estos vertidos demostrando que algo no está funcionando del todo bien».
«Estos desequilibrios plantean retos de gestión de la generación y de la estabilidad del sistema, así como del futuro desarrollo de las renovables», ha sentenciado el CEO de Endesa. Una transformación a la que el máximo representante de Endesa ha querido poner cifras. «Se ha duplicado en estos cinco años la potencia renovable solar y eólica instalada, se han cerrado prácticamente todas las centrales de carbón, la contribución de los combustibles fósiles se ha reducido a la mitad y las emisiones de CO2 se han reducido un 50%».