Bolaños ha justificado la creación de estos nuevos impuestos por los «beneficios caídos del cielo» que obtuvieron ambos sectores. En el caso de las entidades financieras, por el aumento de los tipos de interés. «Ahora lo estamos conociendo bien con la subida del Euribor», ha destacado.
A renglón seguido ha señalado: «Por cierto, esos tipos de interés que las empresas financieras harían bien en trasladar a los depósitos y los ahorros de los ciudadanos y las empresas», ha manifestado, haciendo hincapié en que han tenido ganancias de «en torno a 25.000 millones de euros» sobre los obtenidos el año anterior.
En la misma línea ha señalado que el Ejecutivo espera recaudar con este impuesto unos 3.000 millones de euros y ha remarcado que considera «justo» que los que tienen beneficios inesperados aporten más pues esos fondos son necesarios para aplicar políticas públicas.
Asimismo ha defendido que tanto en las bajadas de impuestos como en el establecimiento de nuevos tributos como los citados, el Gobierno ha aplicado una política fiscal «quirúrgica» y pensando en el interés general.