En un vídeo emitido durante la celebración de la quinta edición del ‘Wake Up Spain 2025’, organizado por El Español e Invertia, Botín ha afirmado que el orden mundial de los últimos 80 años está llegando a su fin y «no de manera gradual». En este contexto, ha pedido a Europa que actúe con «rapidez» y «de manera conjunta», porque de lo contrario, habrá consecuencias políticas, económicas y de seguridad «difíciles de imaginar». Ha expuesto que la banca tiene una «gran fortaleza» de capital para afrontar estos retos y financiar y acelerar los cambios. Sin embargo, considera que para impulsar esta inversión es necesario que los responsables políticos tomen «decisiones valientes y coordinadas desde ya».
Para ello, cree que se deben realizar tres acciones fundamentales: un «cambio cultural en la filosofía regulatoria», reconociendo que actualmente Europa está «sobre-regulada»; asegurarse de que la regulación sea «efectiva» y que haya incentivos positivos, con la creación de una agencia independiente que reporte a la Comisión Europea y cuyo mandato sea recomendar trimestralmente la eliminación o reducción de regulación; y por último, una revisión, tanto a nivel geopolítico como económico, de las alianzas estratégicas europeas, momento en el que ha pedido «ir a fondo» con el Mercado Común del Sur (Mercosur). Así, ha trasladado su petición a la UE de «actuar con un verdadero sentido de urgencia, sabiendo que todos estos elementos están interconectados y requieren acción inmediata porque no hay seguridad física sin seguridad energética y no hay seguridad energética sin una nueva política de descarbonización».
«Para poder ser efectivos» Botín reclamó actuar en tres ámbitos, siendo la creación de la agencia independiente que audite la regulación para eliminar obstáculos una de ellas. Consideró clave un «cambio cultural en la filosofía regulatoria» que guía a Bruselas y que debería partir de «reconocer que actualmente estamos sobreregulados». Dentro de ese cambio de visión o aproximación a la regulación reclamó que aplique el «principio de proporcionalidad», que la normativa busque «proteger a los ciudadanos de los actores malos, no al consumidor de sí mismo» y se desarrolle una regulación «adaptable a los cambios del mercado neutral en cuanto a una tecnología que cambia sin parar» y que fomente la innovación.
En tercer lugar reclamó «una revisión estratégica tanto a nivel geopolítico como económico». «Revisar las alianzas estratégicas europeas, por ejemplo, ir a fondo con Mercosur y actuar con un verdadero sentido de urgencia, sabiendo que todos estos elementos están interconectados y requieren acción inmediata. Porque no hay seguridad física sin seguridad energética y no hay seguridad energética sin una nueva política de descarbonización», apuntó.
Para Botín es también «crítico» el desarrollo de la inteligencia artificial por la parte de innovación y especialmente para adaptar a las empresas y «para asegurar la seguridad territorial en Europa».
Sus demandas las formuló de cara a los muchos desafíos que enfrenta Europa y donde toca «tomar decisiones valientes». «El orden mundial que hemos conocido durante los últimos 80 años está llegando a su fin y no de manera gradual. Se están reescribiendo las reglas globales y no precisamente de forma negociada», advirtió. En este contexto expuso que si Europa no actúa «con rapidez y de manera conjunta», «nos enfrentamos a consecuencias políticas y económicas de seguridad difíciles de imaginar». «Estados Unidos y China pueden jugar esta partida porque sus pérdidas, aunque graves, serán de otro nivel. Ellos lo saben, nosotros lo sabemos. Es el dilema del prisionero donde Europa es el participante más vulnerable».
Con todo, se declaró optimista porque la situación ha hecho reaccionar a Europa y valoró de forma positiva algunas de las decisiones que se han visto en las últimas semanas como el protagonismo creciente del Reino Unido en temas como la defensa europea, «el liderazgo de Francia ofreciéndonos su paraguas nuclear» o la histórica decisión alemana de abandonar sus límites de deuda. «Todo ello es muestra de que Europa está despertando», apuntó.