«A la luz del deterioro de la situación de seguridad para el transporte marítimo en el Mar Rojo, BP ha decidido pausar temporalmente todos los tránsitos a través del Mar Rojo», ha explicado la empresa británica. Las tensiones geopolíticas entre Hamás e Israel están detrás de la inestabilidad en una de las rutas más importantes del mundo para las embarcaciones que transportan petróleo y artículos de consumo.
Los hutíes, respaldados por Irán, han iniciado una serie de ataques contra buques con la bandera del Estado judío o propiedad de empresas israelíes en el mar Rojo y el estrecho de Bab al Mandeb y han subrayado que lo seguirán haciendo hasta que cese la «agresión» contra Gaza.
La empresa alemana de transporte de contenedores Hapag-Lloyd ya comunicó este viernes su decisión de pausar de forma temporal el tráfico de todos sus buques, al igual que el gigante danés A.P. Moller-Maersk, que ordenó a todos sus barcos que se dirigían hacia la entrada sur del Mar Rojo que interrumpiesen sus viajes tras el ataque a uno de ellos. En respuesta a las agresiones, se espera que Estados Unidos anuncie una ampliación de la fuerza de protección para el transporte marítimo en el Mar Rojo en colaboración con los estados árabes. La fuerza, titulada provisionalmente Operación Guardián de la Prosperidad, será anunciada por el secretario de Defensa, Lloyd Austin, cuando visite Oriente Medio. En este sentido, cabe destacar que un buque de guerra estadounidense derribó el pasado sábado 14 presuntos drones de ataque sobre el Mar Rojo, y un destructor de la Royal Navy destruyó otro que apuntaba a barcos comerciales, según informaron los ejércitos de ambos países. El presidente de la Autoridad del Canal de Suez, el teniente general Osama Rabie, por su parte, ha revelado que 55 barcos han sido desviados alrededor del Cabo de Buena Esperanza, un viaje de dos semanas más largo que el que se realiza a través del estrecho de Bab al-Mandab al sur del canal de Suez.