Las tensiones comerciales entre la UE y Estados Unidos se disiparán pronto, o al menos eso es lo que espera Bruselas. Tras la extensión de la tregua comercial anunciada por el líder estadounidense, Donald Trump, hasta el 1 de agosto, los Ejecutivos a ambos lados del Atlántico intensifican las conversaciones para llegar a un acuerdo antes de tal fecha. La Comisión Europea continúa «preparada para llegar a un acuerdo», después de que el republicano amenazara con enviar a sus socios cartas con aranceles. Todo en un escenario en el que el próximo lunes vence la suspensión de la primera ronda de contramedidas aduaneras anunciadas por la UE.
«Seguimos, por nuestra parte, completamente preparados para concluir un acuerdo con Estados Unidos. No tengo ninguna actualización para indicar que eso vaya a pasar de manera inminente. Veamos lo que pasa cuando nuestros amigos en Washington se levanten en unas horas», ha señalado el portavoz comunitario responsable de Comercio, Gill.
Es interesante que se han dado, ligeramente, la vuelta a las tornas. La primera lista de medidas arancelarias que Bruselas dispuso como represalia a los aranceles al acero y aluminio anunciados por Trump entrarán de nuevo en vigor el próximo lunes a medianoche. Una coyuntura que podría complicar las conversaciones. Motivo por el cual la expectativa es que, siguiendo los pasos de Washington, Bruselas no llegue a aplicarlas.
La primera ronda de aranceles que Bruselas promulgó contra Washington eran la respuesta a los gravámenes de Trump al acero y aluminio. Con la pausa pactada para los aranceles, no entraron en vigor. Pero la tregua por parte de la UE finaliza el próximo lunes. Los ministros de Comercio de la UE analizarán ese mismo día si extender esta suspensión o no en un momento delicado de las conversaciones con la Casa Blanca. Esta ronda de aranceles incluía las motos Harley Davidson, los vaqueros Levy’s, la soja o productos agroalimentarios.
«Su suspensión está previsto que termine el lunes», ha confirmado el portavoz comunitario que, ha añadido, que no supone un problema hacer eso. Sin embargo, ha explicado que no se ha optado por esa opción porque si es necesario levantar la suspensión para que las contramedidas entren en vigor, se puede hacer. Recalcó que por el momento no se ha decidido prolongar la suspensión, pero que si al final se opta por esa opción y después es necesario levantar dicha suspensión para que las represalias entren en vigor, «eso se puede hacer».
En todo caso, Gill ha matizado que la prioridad es alcanzar un acuerdo con Estados Unidos: «seguimos listos para ello», ha dicho, «y esperamos una señal de nuestros socios americanos de que ellos también están listos».
Por el momento, no está previsto que el comisario de Comercio, Sefcovic, mantenga reunión o llamada alguna con sus homólogos norteamericanos. «Eso puede cambiar rápidamente. Veamos lo que sucede esta tarde», ha dicho el portavoz comunitario.
El comisario eslovaco aseguraba esta misma semana que esperaba un acuerdo con Washington pronto. Su expectativa también es que Bruselas no será uno de los destinatarios de las cartas que Trump anunció enviaría a sus socios comerciales con aranceles. Todo ello basándose en la intensidad de las conversaciones entre ambos Ejecutivos durante las últimas semanas.
Lo ideal para la UE sería llegar a un acuerdo similar al sellado entre Reino Unido y EEUU, con una gravamen a las importaciones del 10%. Es así que Bruselas estaría dispuesta a aceptar un acuerdo comercial con Estados Unidos que incluya un arancel universal del 10% sobre muchas de sus exportaciones. A cambio, quiere que EEUU se comprometa a aplicar exenciones más bajas en sectores clave como productos farmacéuticos, alcohol, semiconductores y aviones comerciales, según Bloomberg.