Para tal fin, el Ejecutivo comunitario ha lanzado este martes dos convocatorias de contribuciones sobre la competencia en los mundos virtuales y la inteligencia artificial generativa (IA), que estarán abiertas hasta el 11 de marzo, y ha enviado solicitudes de información a varios grandes actores digitales.
En este sentido, ha invitado a empresas y expertos a que informen a Bruselas de cualquier problema de competencia que puedan percibir en estos sectores, al tiempo que se vigila de cerca las asociaciones de IA para «garantizar que no distorsionen indebidamente la dinámica del mercado».
La decisión de Bruselas va en línea con la de la Autoridad de la Competencia y los Mercados del Reino Unido (CMA), que ha abierto un periodo de consultas con las partes interesadas para determinar si la asociación entre Microsoft y OpenAI, incluidos los desarrollos recientes acerca de la gobernanza del creador de ChatGPT, resulta en una situación de fusión relevante y, de ser así, el impacto que esta podría tener sobre la competencia en el país.
A finales de noviembre, OpenAI anunció que Microsoft, principal accionista de la ‘startup’ tecnológica, desempeñará el rol de observador sin derecho a voto en el nuevo consejo de la empresa creadora de ChatGPT. En un comunicado, la compañía confirmó el retorno como consejero delegado de OpenAI de Sam Altman, después de la lucha por el liderazgo de la empresa, que se saldó inicialmente con el despido del emprendedor, así como de Mira Murati como directora tecnológica y de Greg Brockman como presidente.
Asimismo, la empresa ratificó la composición de la nueva junta de la empresa, compuesta por el ex consejero delegado de Salesforce Bret Taylor, el exsecretario del Tesoro de Estados Unidos, Larry Summers y Adam D’Angelo, cofundador y consejero delegado de Quora, único superviviente del anterior directorio.