Sin embargo, como parte de su paquete de otoño, la Comisión Europea ha incluido una advertencia para Madrid, la deuda rebasará niveles del 110% después de 2035.
Como parte de su análisis semestral del programa de vigilancia de España, a raíz del rescate financiero de 2012, la Comisión Europea ha informado a España de que, si bien a corto plazo «está previsto la deuda pública sobre el PIB descienda», tal tendencia «se revertirá a medio plazo y se prevé que la deuda pública alcance el 112% en 2035».
En su análisis el Ejecutivo comunitario se refiere a los datos de Eurostat para evidenciar que la deuda pública se situó en el 105,1% del PIB a finales de 2023. «La ratio de deuda ha disminuido en 14,2 puntos porcentuales desde los niveles de 2020, pero sigue 7,4 puntos porcentuales por encima del nivel de antes de la pandemia». La previsión del Ejecutivo comunitario, según sus pronósticos de otoño, es que el pasivo de las administraciones públicas caiga al 102,3% en 2024 y al 101,3% en 2025.
La tendencia, estima la Comisión Europea continuaría a la baja. En los años siguientes la deuda española tocaría su mínimo del 100,8% en 2027 pero luego se revertiría y delinearía un incremento gradual hasta el 112,1% de 2035. «Los riesgos para la sostenibilidad fiscal a corto plazo son bajos. Sin embargo, los riesgos para la sostenibilidad fiscal a medio plazo son elevados», sostiene Bruselas.
Las estimaciones chocan con las cifras que proyectaba el Gobierno en su plan fiscal estructural. Un documento que los países debían presentar por primera vez este año al amparo de las nuevas reglas fiscales y que Bruselas evaluó satisfactoriamente para España la semana pasada. Si bien rebaja al 101,1% los niveles de deuda para 2026, la trayectoria delineada por el Gobierno apunta a niveles inferiores al 100% en los años siguientes. Para el 2027, la deuda se situaría en el 98,4%, en el 96,6% en 2028, en el 92,8 en 2030 para finalizar el periodo en un 90,6%.
En su análisis sobre la sostenibilidad de la deuda española, la Comisión Europea justifica riesgos a medio plazo que apuntan a un alza en la ratio de deuda. Una coyuntura que responde, parcialmente, al déficit primario estructural previsto del 0,6%. No obstante, del tal cómputo se excluyen los gastos de coste de envejecimiento. Pese a ello, Bruselas considera que España tiene margen «para tomar medidas correctoras» en este sentido.
Pero no es solo esto, el Ejecutivo comunitario observa que el gasto en pensiones aumentará en los próximos años y esto repercutirá en las finanzas públicas. Las necesidades de ingresos del Gobierno se elevarán durante este periodo y alcanzarán el 20,1% del PIB en 2035. Y todo ello considerando que las estimaciones apuntan a que los efectos positivos del Plan de Recuperación se dejarán notar hasta 2032.
El análisis de Bruselas evidencia, por otro lado, el alto riesgo de que la deuda española aumente en los próximos cinco años. Las simulaciones estocásticas apuntan, con una probabilidad del 48%, que la deuda en 2029 sea más elevada que en 2024. Esta tendencia se arraiga en unos altos niveles de deuda ya de partida, que superan ese umbral del 90% que fijan las nuevas reglas fiscales como la última línea roja.
Además, España deberá situar su gasto primario estructural en el 5,6% del PIB para estabilizar la deuda a largo plazo. La Comisión Europea estima necesario un importante esfuerzo fiscal, del 5,1% del PIB, para que España, en 2070, reduzca su deuda al 60%, ese límite que los países no deben superar. Entre otros riesgos para la deuda, el análisis apunta a los altos tipos de interés, considerando los elevados niveles de deuda actuales. Pero como contrapartida para mitigar tales amenazas enumera que se haya alargado el vencimiento de la deuda en los últimos años, una base de inversores amplia y diversificada y la gran proporción de deuda denominada en euros.
La Comisión Europea hace tiempo que advierte a España que los riesgos de la sostenibilidad fiscal a medio plazo son elevados. Los cálculos, no obstante, aplazan cada año la fecha en la que se revertirá la tendencia a la baja y se superará ese umbral del 100%. En sus previsiones de primavera de junio, el Ejecutivo comunitario estimaba que los niveles de deuda descenderán ligeramente para experimentar un repunte, «alcanzando en torno al 113% del PIB en 2034». La primavera del año anteror, en mayo del 2023, la Comisión Europea situaba esta advertencia en el 106% de deuda para el horizonte de 2033.