Ambos representantes europeos incidieron en esta idea ante los eurodiputados de la Comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara menos de un mes después de que los ministros de Finanzas lograran un acuerdo entre ellos que fijó su posición negociadora sobre las nuevas normas para limitar el déficit y la deuda públicos. «Es importante finalizar el trabajo legislativo todavía dentro del mandato de este Parlamento Europeo», recalcó Dombrovskis al ser preguntado por el calendario pendiente hasta que el nuevo Pacto de Estabilidad y Crecimiento sea aplicable.
«Es importante finalizar el trabajo legislativo todavía dentro del mandato de este Parlamento Europeo» «Por supuesto que es complicado», reconoció, por su parte, el comisario Gentiloni, quien además apuntó que el acuerdo político entre los Veintisiete sobre las nuevas reglas es «un paso adelante» a pesar de que son menos «ambiciosas» que la propuesta original de Bruselas.
A pesar de este calendario, Dombrovkis recordó que los Estados miembros tienen «todos los elementos necesarios» para ejecutar sus presupuestos de 2024 de acuerdo con las recomendaciones que el Ejecutivo comunitario emitió en primavera del año pasado, que ya incluyeron «elementos» y el «espíritu» de las que serán las nuevas normas, al tiempo que mantienen los «requisitos legales» de las anteriores. En este sentido, el letón subrayó que la Comisión Europea estudiará en junio la posible apertura de expedientes a los países que superen los umbrales del 3 % de déficit y el 60% de deuda a la luz de los datos definitivos a cierre de 2023.
«El nuevo marco de gobernanza (las nuevas reglas fiscales) serán la base para las orientaciones fiscales y las recomendaciones específicas para los Estados miembros de cara a los presupuestos de 2025 y el lanzamiento del semestre europeo de 2025», señaló. Por su parte, Gentiloni puntualizó que en las negociaciones entre los Estados miembros y la Eurocámara tendrá que acordarse a partir de cuándo tendrán que diseñar los países sus planes fiscales de cuatro años (ampliables a siete) porque, aunque «en principio deberían empezar en 2025», esto es algo «posible pero no obvio».
En definitiva, el italiano confió en que el nuevo marco fiscal europeo sea «realista y eficiente» para lograr que los países reduzcan sus ratios de deuda pública, que se dispararon «como en todo el mundo» durante la crisis de la Covid.