El dirigente del supervisor bursátil español ha recapitulado los hechos que han derivado en el desplome bursátil de la farmacéutica catalana: «Tenemos el informe de una firma que lanza una serie de acusaciones muy serias sobre la información financiera de Grifols, lo que ha tenido un impacto importante en los precios de la compañía, y ésta ha hecho un desmentido genérico de esas informaciones». Por ello, Buenaventura ha remarcado que «lo que nos toca a la CNMV es recabar información adicional para aclarar la situación y ver qué extremos de la información tienen que ser revisados o analizados».
Por el momento, la máxima autoridad de la CNMV se ha limitado a señalar que ahora «lógicamente no tiene sentido poner en duda la integridad de las cuentas auditadas de Grifols ni ignorar la información que se ha publicado esta mañana», y ha apuntado que ya están en contacto con la compañía catalana de homoderivados para esclarecer la situación.
En lo referente a la abultada caída del valor y su impacto en los inversores, Buenaventura ha remarcado que la protección de los inversores es «obviamente la prioridad número uno de la CNMV tal y como marca la ley», y ha remarcado que a los inversores «no se les protege suspendiendo la cotización, sino asegurando que la información está disponible para todo el mundo, sea positiva o negativa, pero que no haya asimetrías en la información».
«Los inversores tienen ahora la información para formarse su juicio, aún siendo consciente de la elevada volatilidad», ha señalado Buenaventura, para remarcar que «lo último que debemos hacer es suspender la cotización con el objetivo de evitar movimientos de precio». «La suspensión de cotización se impone cuando falta información o es asimétrica, cuando el inversor no la conoce. No es el caso actual», ha remachado Buenaventura.
Sobre el hecho de que la firma estadounidense tomase posiciones cortas en Grifols en el día de ayer, Buenaventura ha expresado que «no es tan infrecuente», ni en el mercado español ni en otros, para apuntar que lo que tienen que determinar es «la veracidad de las manifestaciones, si es que hay algo, y a partir de ahí tomar las acciones oportunas». «Esto no encaja con un escenario de prohibición de posiciones cortas, el problema no debe centrarse en las posiciones cortas, sino en la veracidad de esa información [en referencia al informe de Gotham]», ha aseverado Buenaventura.