El rechazo a la propuesta de recorte del 22% en los fondos de la Política Agraria Común (PAC), así como la oposición a la ratificación del acuerdo comercial con Mercosur, y la exigencia de una auténtica simplificación de la PAC en materias como el uso de fertilizantes o fitosanitarios, permea una convocatoria histórica. El presidente de Asaja, Pedro Barato, ha sido una de las voces del agro español en esta jornada reivindicativa junto a los máximos responsables de COAG, Miguel Padilla, y UPA, Cristóbal Cano: «Si hay que volver a Bruselas, volveremos. Si hay que estar en las capitales y calles de nuestro país, estaremos», ha afirmado el primero abriendo las puertas a futuras movilizaciones.
Barato se ha mostrado muy crítico con la presidenta de la Comisión Europea, Von der Leyen y su propuesta para recortar fondos de la Política Agraria Común (PAC): «Es la ruina del campo europeo y del español en particular. Creo que están poniendo en riesgo la seguridad alimentaria y la PAC», ha sentenciado el máximo responsable de Asaja quien lamenta que se hayan devuelto miles de millones de los fondos ‘Next Generation’. El dirigente de esta organización agraria ha reiterado que «hemos venido a decir ‘basta ya’ a la señora Von der Leyen (presidenta de la Comisión Europea) para que ponga orden, porque a lo que se comprometió en 2024 cuando estábamos en la calle. No ha cumplido nada», ha denunciado.
El máximo responsable de Asaja no ha descartado que los agricultores españoles tengan que volver a las carreteras y apuntado que la propuesta de recorte presupuestario de la Comisión supone» la ruina y muerte del sector agrario, de todo tipo de explotación». Lo que ha contrapuesto con el buen hacer de agricultores y ganaderos en casos como el último foto de peste porcina africana (PPA). «Las cosas se están haciendo francamente bien en temas sanitarios», ha subrayado.
Para el secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) Cano, la convocatoria de este jueves ha sido «un éxito» porque los jefes de Gobierno reunidos hoy y mañana en la capital comunitaria en el último Consejo Europeo del año «tienen que sentir alto y claro que la propuesta para la PAC que está encima de la mesa no es la que necesita nuestro sector». Cano apuesta por reforzar los apoyos económicos al campo con un presupuesto suficiente, así como fomentar «un reparto más social y justo de las ayudas» y que se impulse el modelo de agricultura familiar. El máximo responsable de UPA también lamenta que «a la Comisión se le haya olvidado pronto que somos un sector estratégico, que hay que mantener la soberanía alimentaria». En su opinión, la agricultura tiene que estar «a la misma altura» que otras necesidades como la Defensa o la inmigración.
Cano (UPA) ha lamentado que «a la Comisión Europea se le haya olvidado pronto que somos un sector estratégico, que hay que mantener la soberanía alimentaria» Por su parte, el secretario general de COAG Padilla, ha criticado que el ‘tijeretazo’ propuesto por la Comisión (que puede ser del 32% si se cuenta la inflación, denuncian desde el sector) «puede suponer una pérdida de 900 millones de euros anuales para España dejándose de producir determinados cultivos como el cereal de secano». Padilla no ha ahorrado calificativos: «Es un disparate, una reconversión total de lo que es la agricultura y la ganadería» ha incidido el máximo dirigente de COAG quien también ha criticado que desaparezcan las ayudas específicas al desarrollo rural y se renacionalice la PAC. Lo que, en su opinión, también tendrá consecuencias sobre la cesta de la compra encareciéndola «en el mejor de los casos 350 euros al año y más de 500 euros en el peor escenario». El máximo dirigente de esta organización también ha cargado contra la carga burocrática de la PAC: «Necesitamos varios asesores para realizar nuestra función, que es producir alimentos», ha ironizado.
El también vicepresidente de la mayor organización agrícola europea, COPA COGECA, ha arremetido contra la política comercial impulsada desde la Comisión Europea y puesto dos ejemplos: la remolacha y la «carne hormonada» de países como Brasil. Sobre el primeros ha reconocido que las normativas europeas prohiben el uso de determinados fitosanitarios que al otro lado del Atlántico están permitidos, mientras que sobre la carne lamenta que «Brasil ha reconocido que no es capaz de controlar este tema». Incluso, aunque ha admitido que cultivos como el del vino y el aceite de oliva pueden tener en este acuerdo comercial una oportunidad ha recordado que «hay un periodo de transición de 9 años para el primero y de 12 años en el segundo caso». Es decir, que la rebaja de aranceles será progresiva en ambos casos.
Por su parte, Padilla (COAG) ha criticado «las prisas» por aprobar el acuerdo comercial con Mercosur tanto de España como de la Comisión Europea y reprochado que «el Gobierno español no piensa en el campo español», ha señalado. El dirigente de COAG cree que «el campo ha vuelto a ser la moneda de cambio para los políticos europeos y españoles». Padilla ha alertado sobre la presencia en los lineales de los supermercados de productos de países como Argentina, Brasil o Paraguay cuyas costes de producción y regulaciones son diferentes. «Ni tienen que cumplir los requisitos medioambientales de aquí, ni los costes laborales ni todo lo relacionado con medicamentos ni fitosanitarios que aquí están prohibidos y allá permitidos», ha asegurado Padilla. Lo que ha descrito como «una auténtica injusticia». Para este dirigente de COAG la elección está entre que «nos pongan chuletones de Ávila y Asturias o de Argentina y Brasil».
