En su decisión de enero, el Consejo de Gobierno del banco central indicó que esperaba mantener la tasa de interés de política en su nivel actual, condicionada a que la evolución económica siguiera en línea con sus expectativas, y «sobre la base de su evaluación de datos recientes, el Consejo decidió mantener la tasa de interés oficial en 4,5%». «El Consejo de Gobierno continuará evaluando la evolución económica y el impacto de los aumentos anteriores de las tasas de interés, y está preparado para aumentar aún más la tasa de política si es necesario para devolver la inflación al objetivo del 2%. El Banco sigue firme en su compromiso de restaurar la estabilidad de precios para los canadienses».
La entidad recuerda que el crecimiento económico «se estancó» en el cuarto trimestre de 2022, por debajo de lo proyectado por el Banco, una situación que achaca «en gran medida a una desaceleración considerable en la inversión en inventarios», y considera que «la política monetaria restrictiva sigue pesando sobre el gasto de los hogares, y la inversión empresarial se ha debilitado junto con la desaceleración de la demanda interna y externa».
Además, ve un mercado laboral que sigue «muy ajustado», ya que «el crecimiento del empleo ha sido sorprendentemente fuerte, la tasa de desempleo se mantiene cerca de mínimos históricos y las vacantes laborales son elevadas». Por su parte, «los salarios continúan creciendo entre un 4% y un 5%, mientras que la productividad ha disminuido en los últimos trimestres». La inflación se moderó hasta el 5,9% en enero, reflejando menores aumentos en los precios de la energía, los bienes duraderos y algunos servicios. Los aumentos de precio de los alimentos y la vivienda «siguen siendo elevados, lo que provoca continuas dificultades para los canadienses».
«Con un crecimiento económico débil durante los próximos dos trimestres, se espera que disminuyan las presiones en los mercados laborales y de productos. Esto debería moderar el crecimiento de los salarios y también aumentar las presiones competitivas, lo que dificultaría que las empresas transfieran costos más altos a los consumidores», agrega. En general, los últimos datos se mantienen «en línea» con la expectativa del Banco de que la inflación del IPC se reducirá a alrededor del 3% a mediados de este año. La lectura anual de la inflación subyacente se redujo a alrededor del 5%, y la medida de 3 meses ronda el 3,5%.
«Ambos tendrán que bajar aún más, al igual que las expectativas de inflación a corto plazo, para que la inflación vuelva a la meta del 2%», concluye la entidad.