El informe también aporta ideas sobre cuáles deberían ser las principales áreas de atención, de cara al futuro, para garantizar el éxito de la transición energética, incluyendo un cambio en la percepción pública, así como una normativa sostenible y realista.
Las principales conclusiones del informe son:
• La producción mundial de energías renovables debe triplicarse. Si bien las inversiones en transición energética por valor de 1,3 billones de dólares en 2022 fueron un récord (superando significativamente el gasto en combustibles fósiles), es necesario acelerarlas hasta alcanzar los 5 billones de dólares anuales para alinearse con una trayectoria de cero emisiones netas. En 2022, el aumento de la capacidad de las energías renovables estableció un récord con un aumento anual de 340 GW y 2023 debería ser otro año récord. Sin embargo, este crecimiento está muy por debajo de lo necesario para lograr cero emisiones netas de carbono en 2050, ya que la capacidad renovable mundial debería crecer en 2.400 GW durante el periodo 2022-2027 (es decir, un crecimiento medio anual de 480 GW). La energía solar fotovoltaica (FV) batió un récord con un aumento de su capacidad anual en 2022 y parece preparada para otro año récord en 2023. La energía eólica se redujo un 19% en todo el mundo, con dificultades para el desarrollo de la energía eólica marina en Europa y Estados Unidos.
• El consumo de electricidad tendrá que cuadruplicarse de aquí a 2050 para alcanzar los objetivos de descarbonización, y más del 75% del mismo será suministrado por energía eólica y solar. El aumento de la capacidad eléctrica renovable está impulsando el cambio en el suministro de electricidad. Sin embargo, el crecimiento actual está muy por debajo de lo necesario y debe triplicarse para cumplir los objetivos de 2050. Vinculada a esta creciente electrificación está la necesidad de ampliar las redes eléctricas. Éstas deben pasar de 75 a 200 millones de kilómetros y ser más inteligentes, con más almacenamiento estacionario, sensores y explotación de grandes cantidades de datos.
• El resurgimiento nuclear provocado por el cambio climático y cuestiones de soberanía. Alcanzar los objetivos de descarbonización no será posible sin la energía nuclear, por lo que es fundamental centrarse en ampliar su potencial. La capacidad nuclear tendrá que triplicarse de aquí a 2050 para alcanzar las cero emisiones netas de carbono. Esto significa alcanzar una capacidad de 870 GW en 2050, frente a los 390 GW actuales. Para lograrlo será necesario no sólo desarrollar grandes reactores y pequeños reactores modulares (SMR), sino también comprometerse a prolongar de forma segura la vida útil de los reactores actuales.
Recomendaciones para impulsar la transición energética:
Según Colette Lewiner, Senior advisor de energía y utilities de Capgemini: «A pesar del progreso, el mundo no se encuentra en la trayectoria climática correcta. Aunque las inversiones en energía renovable en 2022 alcanzaron un máximo sin precedentes, la aceleración de las tecnologías limpias será fundamental, no sólo para permitir el abandono de los combustibles fósiles, sino también para garantizar la seguridad del suministro energético. Lo que se necesita para garantizar que las cinco grandes tecnologías de energía verde -eólica, solar, nuclear, baterías e hidrógeno- puedan cumplir sus objetivos para 2050 no es en absoluto un esfuerzo pequeño. Los principales obstáculos están relacionados con la financiación y con la dificultad de adaptar rápidamente nuestra economía. Cada decisión de inversión debe tomarse teniendo en cuenta su impacto en la sostenibilidad y la soberanía energética, así como la accesibilidad para los ciudadanos”.
• Protegerse del impacto de la inestabilidad política en el suministro y garantizar la soberanía energética
• Acelerar el ritmo de transición hacia las energías renovables hace que los países sean más independientes energéticamente y contribuye a mitigar uno de los principales riesgos para el suministro de energía.
• Es necesario un cambio en la percepción pública para impulsar a los gobiernos hacia la reforma
• La clave para impulsar la transición energética será cambiar la percepción de que las opciones de estilo de vida necesarias para alcanzar el nivel cero neto son inaccesibles para la mayoría, por razones económicas o porque el impacto de una sola persona no va a marcar la diferencia
• Adaptaciones de los activos energéticos necesarios para combatir los efectos del calentamiento global y los fenómenos meteorológicos excepcionales