A través de un escrito, la compañía contesta así al requerimiento del juez sobre «los códigos fuente, ejecutables, repositorios, desarrollos o entregables digitales en cuanto a su colaboración con la Cátedra de Transformación Social Competitiva de la Universidad Complutense». Deloitte indica a Peinado que la prestación de servicios profesionales a la cátedra que codirigió la mujer de Pedro Sánchez «tuvo por objeto la prestación de soporte y asesoría a la oficina de proyecto».
Tras recalcar que esa oficina de proyecto fue creada y estaba en funcionamiento «antes» de que ellos iniciaran su trabajo, incide en que había sido constituida como el órgano encargado de coordinar los trabajos necesarios para la creación y desarrollo de un ‘software’ con el que se pretendía poner a disposición de las pequeñas y medianas empresas una herramienta digital que les facilitara la medición del grado de cumplimiento de sus objetivos en el ámbito de la transformación social competitiva.
Y en la ejecución de la labor de soporte y asesoría a la oficina de proyecto, Deloitte Consulting «nunca tuvo acceso directo al ‘software’ y tampoco participó en su creación, desarrollo y mantenimiento». Por este motivo, no contamos con los ejecutables, repositorios, desarrollos o entregables digitales de los códigos fuente del software de referencia», señala en el escrito.
El juez impulsó ese requerimiento a Deloitte porque las acusaciones populares de la causa pidieron una batería de diligencias «a fin de posibilitar la debida concreción del eventual escrito de acusación y poder preparar el eventual juicio oral».