También ha acusado al sector conservador del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) de tener una actitud obstruccionista, mostrando resistencia a que la presidencia del organismo y del Tribunal Supremo recaiga en una mujer del sector progresista. Y ha considerado que el sector reaccionario en la judicatura está lanzando un mensaje a Sánchez de que «van a por él» hasta donde puedan.
En una entrevista con EP, Maíllo ha afirmado que el Jefe del Ejecutivo ha «hecho muy bien» en querellarse contra Peinado, pues bajo su criterio su instrucción es un uso espurio de la justicia con fines políticos» que no debería quedar «impune».
Por tanto, ha llamado a «poner pie en pared» y no asumir la «intervención permanente y cotidiana» de los jueces en la vida política, algo que es una «ruptura» de la separación de poderes.
«Si hay jueces que se quieren meter en política, que se presenten a las elecciones y cambien las leyes. Lo que no puede ser es no cumplir las leyes que no le gustan y actuar como un agente político», ha lanzado para demandar que, en el plano de regeneración democrática, hay que volver a implantar la petición de responsabilidad civil contra los jueces.